Además de ser conocido por un volcán que lleva su nombre, el municipio de Perote, en el estado de Veracruz, se ha convertido en sitio de interés para los buscadores de sucesos sobrenaturales. Y es que, aseguran algunos visitantes, la Fortaleza de San Carlos y la Escuela Normal Rural “Enrique Rodríguez Cano” guardan algo más que hechos históricos relevantes para el país.
Marissa Contreras, quien es psíquica, afirma que el dolor, la desesperanza, la angustia, la maldad, así como los fusilamientos y decesos por otras causas ocurridos en el Fuerte, hacen de este lugar uno con potentes energías, las cuales pueden ser percibidas por espíritus sensibles.
Y no, no se trata solo de fantasmas o ruidos inexplicables, sino también de malestares físicos, como mareos, punzante dolor de cabeza o náuseas
Lo expresado cobra fuerza con las declaraciones de uno de los vigilantes de este lugar, don Alfredo García, quien se desempeñó como custodio, cuando las instalaciones funcionaron como prisión estatal (1949-2007).
Además de narrar experiencias a las cuales no les encuentra explicación o lógica, asegura haber sido testigo de hechos inhumanos y violentos ocurridos en las frías y altas celdas, así como en el hasta hoy oscuro y tenebroso calabozo de castigo. También da algunos de los datos sobresalientes de la primera época, la cual se remonta al año 1770, cuando inició la construcción del Castillo de San Carlos.
Lo que cuenta tiene sustento en los libros de historia. Aquí perecieron lo mismo nacionales que extranjeros, y notables personajes como el primer presidente de México, Guadalupe Victoria.
La imponente edificación, de piedra con bastiones, cañoneros, almenas y fosos, cuenta con cuatro baluartes. En la actualidad, permanece abierta al público y el recorrido se puede hacer solo o con un guía. Pequeñas placas proporcionan información destacada y, como complemento, también hay un pequeño museo de sitio.
Ubicado en el antiguo Camino Real, el Fuerte constituye hoy un gran atractivo, al margen de los fenómenos paranormales.
EN MEDIO DEL BOSQUE
Al estar en Perote, también se puede aprovechar el tiempo para conocer el edificio construido en 1940 para ser utilizado como hospital para enfermos de tuberculosis, pero que nunca fungió como tal. En cambio sí recibió a jóvenes con vocación de servicio, en un corto periodo. Se trata de la Escuela Normal Rural “Enrique Rodríguez Cano”, la cual se encuentra en el abandono, en una zona boscosa ubicada a tres kilómetros de la cabecera municipal.
Este lugar ya es escenario de gran cantidad de leyendas urbanas centradas en sacrificios, rituales de magia negra, la realización de ceremonias demoníacas e historias de “aparecidos”. Sin embargo, los pobladores no corroboran nada.
Como sea, el edificio resulta escabroso si se recorre de noche, más por lo que se cuenta que por lo que allí hay, pues además del eco, lo más que se puede ver es una serie de pintas y simbolismos.