Orizaba, Ver.- La Fundación Nacional de Niños Robados y Desaparecidos tiene conocimiento de al menos ocho casos de desaparición de menores en la zona tan solo en este mes, por lo que se da a la tarea de acercar a las familias, la información sobre cómo prevenir este fenómeno, dio a conocer Víctor Arturo Gutiérrez Romero, delegado estatal de la misma.
Mencionó que a raíz de la pandemia se incrementó el desempleo y con ello para quienes carecen de valores, la oportunidad de delinquir; “esto hace creer que el índice de menores, jóvenes y señoritas que desaparece se incrementó, a nivel mundial”, dijo.
La región no está exenta de esta situación, por lo que la Fundación decidió redoblar esfuerzos en la zona serrana en materia de prevención, porque es un sector muy vulnerable. “Vienen a la ciudad, aquí conocen a muchachos simpáticos, atractivos, que muchas veces las y los enganchan”.
Para lograr que el mensaje les llegue de la manera correcta se incorporó a la Fundación, María Esther Rosas Sixto como coordinadora en esa zona, ya que un gran porcentaje de la población no habla el español, además de que vivió muy de cerca una situación de este tipo, al desaparecer su menor hija.
Al referirse a ello, hizo un exhorto a las autoridades de la Fiscalía de Orizaba para que sean empáticos con las personas que llegan a poner la denuncia por la desaparición de su familiar.
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Y es que señaló, la señora María Esther dio vueltas por lo menos durante 10 días y en la Fiscalía no le hacían caso hasta que “alguien le habló de la Fundación, se acercó a nosotros e intervenimos, la asesoramos, la guiamos y afortunadamente pudo dar con el paradero de su hija”.
Aunque dijo que no todas las autoridades actúan con indiferencia, pidió que las fiscalías sean más sensibles al dolor y desesperación de las familias que sufren por la desaparición de alguno de sus integrantes. “Debe haber más humanidad en algunos fiscales”.