Tlalnelhuayocan, Ver.- Un enorme socavón de alrededor de diez metros de profundidad, 15 de largo y unos dos metros sobre la cinta asfáltica amenaza a las personas que transitan por el camino a Rancho Viejo, sin que ninguna autoridad haya hecho algo por repararlo.
Sólo cintas preventivas y unas varillas clavadas sobre la vía advierten del peligro a los conductores, quienes pueden utilizar sólo un carril de esa angosta vía, que además está en malas condiciones.
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Desde hace más de un mes, las lluvias vencieron la carpeta asfáltica, pues alrededor de dos metros se fueron hacia el fondo llevándose las cunetas, una malla perimetral, así como los enormes tubos del drenaje a aguas pluviales.
Los vecinos que transitan por esta carretera hacia San Andrés Tlalnelhuayocan, Xalapa, Coatepec o Xico, señalan que han visitado al alcalde David Ángeles Aguirre, quien se limita a contestar que no puede hacer nada porque el municipio no tiene dinero y que será hasta la próxima administración cuando se arregle, mientras el peligro de que se haga cada vez más grande está latente.
Las corrientes pluviales provocaron el deslave de la tierra que arrastró consigo las cunetas, los tubos del drenaje y parte de la carpeta asfáltica que se pueden ver en el fondo del barranco de unos diez metros de profundidad.
Una parte más de la vía, que se nota fracturada, podría ceder y agrandar el socavón, que ya sólo deja un carril libre para la circulación de las personas que viven en aquella zona y que diariamente se trasladan a esta capital, ya sea por trabajo, estudios u otras actividades, por lo que existe preocupación.
Hacen un llamado a las autoridades competentes puesto que ante las lluvias que se han dejado caer en esa región, el peligro de perder más carpeta asfáltica existe.