Xalapa, Ver.- A pesar de que cada vez hay mayor énfasis en la importancia de la salud, pocas personas toman en cuenta el cuidado de los pies y la relevancia de usar un calzado cómodo; por el tipo de zapato que utilizan, siguen siendo las mujeres quienes más problemas tienen, expresa Jazmín Rueda Marín.
La especialista en pies, egresada de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, menciona que el 90 por ciento de quienes acuden a un podólogo por uña enterrada ocasionada por un zapato apretado son las mujeres.
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Advierte que ese es un problema menor, pues utilizar tacones de más de cinco centímetros, zapatos sintéticos, puntiagudos en vez de cuadrados o modelos que no sujeten pies y tobillos puede ocasionar deformación de pies y lesiones en tobillos, cadera, rodillas y hasta columna vertebral.
Opina que la gente debe saber que existen los podólogos, personas con estudios profesionales que se encargan de la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las patologías de los pies y, en caso de requerirse, pueden canalizar con traumatólogo o médico internista.
Muchos piensan que un podólogo hace “pedicura” o solo se dedica a sacar uñas enterradas, cuando su labor contribuye a evitar problemas mayores de salud que pueden llegar incluso a requerir intervenciones quirúrgicas, explica.
En la actualidad, dice que un calzado que ilustra a la perfección qué no usar es el “Converse”, pero también, en época de lluvias, cualquier zapato sintético, pues no permite la transpiración y mantiene el pie húmedo.
Sobre las afectaciones más recurrentes, el podólogo Carlos Manrique Gutiérrez expone que el dolor debajo de los dedos es de lo más común en mujeres que usan tacones. La sugerencia es disminuir la altura y aumentar la superficie de apoyo.
Otro de los dolores que enumera es el de talones, ocasionado por la tensión e inflamación de un ligamento que recorre la planta del pie desde los dedos hasta el talón. En este caso, la recomendación es evitar el zapato totalmente plano y optar por una suela de tres centímetros.
Con respecto a los juanetes, exhorta a apresurar la visita con el podólogo, pues de agravarse habrá cirugía con muchos cuidados posteriores. Aunque no menciona todas las patologías, indica que todo es prevenible.
El especialista anota que tanto para hombres como para mujeres, sin importar edad, la sugerencia es un calzado adecuado para que los pies reciban la carga del peso corporal de manera balanceada. Enfatiza que cuando los pies quedan inclinados, el peso no se distribuye correctamente.
Añade que el calzado debe adaptarse a la forma del pie, pues con ello se evitará posibles rozaduras y deformidades. El zapato, precisa, debe amortiguar correctamente los impactos del pie contra el suelo para que la pisada sea más suave.
Tampoco se debe olvidar revisar el interior del calzado y ver que no tenga costuras que puedan ocasionar rozaduras; los zapatos, refiere, siempre deben ser térmicos para tener los pies calientes en invierno y evitar el sudor en verano.
En cuanto a las suelas, deben proporcionar un agarre al suelo con el fin de evadir resbalones y caídas.
En caso de utilizar zapatos de tacón, evitar en la medida de lo posible que sea por largos periodos o largas distancias. Además, preferir siempre tacones de 3 o 4 centímetros y que el ancho del calzado abarque toda la parte del talón. Ya en casa, usar pantuflas o sandalias es lo mejor, apunta.
En general, los podólogos dicen que la elección del calzado apropiado debe ser anteponiendo el confort a la estética para así mejorar la calidad de vida presente y futura.
