Pese a que en Xalapa funcionan numerosos negocios de compra-venta de productos de reciclaje, aún no se logra avanzar en el tema, aseguran encargados de estos negocios y personas que se dedican a la venta de los desechos que se generan en la ciudad. En estos establecimientos se recolectan toneladas de cartón, fierro, partes de electrodomésticos, botellas de PET, latas de aluminio, pedacería de fierro y aluminio, entre otros. En ellos se compran todo tipo de aparatos descompuestos.
Son numerosas las familias, principalmente, mujeres las que acuden a con bolsas y diablitos para llevar celulares descompuestos, cartón, botellas y pedacería de fierro y cancelería, para ganarse unos pesos.
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Ubicados en muchas zonas de la capital en estos negocios de desechos también se venden baterías de autos, motos y computadoras, además de viejos tambores de cama y monedas viejas de cobre, tarjetas electrónicas, discos compactos y las tapas de plástico que protegen los cds.
¿Cómo sobreviven las familias dedicadas a la compra de pet y electrodomésticos?
Manuel Payán, encargado de uno de estos negocios que funcionan en la ciudad, explica que lleva más de 29 años comprando y vendiendo los desechos que producen las familias xalapeñas, pero que se venden para ser reutilizados para la industria. Expone que el precio de cada cada uno de los productos varía todos los porque se ponen de acuerdo al mercado y este cambia cada día. “Pero esta temporada es baja, siempre que se acercan las vacaciones baja esta venta, seguramente porque hay menos tiempo para recolectar latas, cartón o fierro”.
A este negocio, ubicado en una de las avenidas más concurridas de la capital, comenta que llegan amas de casa y jóvenes que por semanas juntan todo el cartón, cajas de leche, periódicos, revistas, botellas de cristal y hasta fierros viejos, porque saben que se les pagará por esos productos.
Dijo que en su caso el kilogramo de tapas de discos compactos lo compra en dos pesos; tarjetas electrónicas seis pesos y las batería de motocicleta seis pesos el kilogramo.
En el caso de las baterías de automóvil las compra en 150 la pieza. Los celulares en 50 pesos el kilo; el plástico PET en 7 pesos el kilogramo; archivo blanco en 4 pesos y el archivo varios, que son catálogos, revistas, libros, folders y libretas lo compra en 3 pesos el kilo.
Dice que casi la totalidad de la basura que la gente desecha de sus hogares se podría reciclar, “si las personas la recolectarán no sería tanta contaminaría los distintos ecosistemas”.
Hay infinidad de personas que les acarrean envases de plástico de yogurt, crema, salsas y muchos más son vendibles; cajas de zapatos, leche, latas de atún, tomate y aderezos también, porque es una forma de hacer negocio, “y hay quienes se ganan su buena lana del reciclaje”.
Indica que lo que mejor se paga es el cobre de primera calidad y el fierro, pero también el aluminio y cancelería vieja se paga mejor que el plástico; las monedas viejas también llegan muchas personas a venderlas porque necesitan efectivo y es una forma fácil de ganar dinero. Cada año hay más negocios de este tipo porque los desechos siempre se van a generar, pero lo cierto es que es mínima la proporción de lo que se recicla.
Los trabajadores de Limpia Pública son seguramente los que mayor cantidad de reciclaje realizan al día; tras recogen la basura de las calles se dedican a realizar una separación primaria.
Desde el momento en que recogen las bolsas de las esquinas proceden a separar cartón, botellas, plásticos, colchones y demás desechos. Ellos separan todos los fierros y distintas botellas de PET, colchones y más cosas que llevan a vender a estos negocios de reciclado.
¿Cuánta ganancia deja el negocio del reciclado?
A sus 70 años doña Mari recorre las calles de la ciudad para recolectar objetos reciclables que vende en uno de los negocios que funciona en la zona de El Dique; ella camina por horas, toca las puertas conocidas y muchas más de las casas en las que sabe que le regalarán todos los desechos que se juntan durante semanas. Ella los acomoda y transporta en un diablito; mensualmente logra obtener entre 6 y 8 mil pesos.
Es una mujer adulta mayor, que aunque cuenta con el apoyo económico de sus hijos, le gusta sentirse útil y encontró en la venta de cartón, revistas, plásticos y enseres electrodomésticos una fuente de ingreso segura; “No me robo nada, todas son cosas que me dan las familias para ayudarme”.
Explica que dada su edad avanzada hay familias que le donan sus desechos para que pueda sacarle unos pesos; “hago dos recorridos diarios, uno por la mañana y otro por la tarde con el diablito, recojo cajas de zapatos o de aparatos electrométricos, revistas, botellas de PET, todo ello lo aplasto para poder llevarlo hasta el centro de reciclaje”.
¿Por qué optó por esta labor? Doña Mari señala que es un trabajo noble, que le implica caminar muchos kilómetros diariamente, “pero eso es bueno para mi salud, me gusta y la gente buena me regala lo que considera es basura, ellos ya no lo necesitan, pero para mí es un ingreso extra, porque me permite vivir mejor, pero además hacer un ahorro para cuando ya no pueda más”.
Ella acarrea todos los días botellas plásticas, porque no le pesan mucho y libros escolares, entre otros muchos objetos. Dado que lleva varios años realizando sus recorridos diarios ya la conocen en las calles de la zona de El Dique.
Doña Mari comenta que trabajar la hace sentir bien, “no soy una mujer que viva en la calle, ando en la calle recolectando todo lo que dejan en las esquinas, pero más lo que me regalan las familias buenas, ellos saben a qué hora paso por sus viviendas, así que me lo guardan y yo les quito el trabajo de sacarlo o esperar el carro de basura, los dos salimos beneficiados”.
Hay días malos que recolecta mucho, pero siempre cae algo. Sus ingresos son variables, “pero en promedio puedo obtener entre 6 y 8 mil pesos mensuales, que no es mucho, pero suficiente para una mujer mayor que busca hacerse de recursos para los días complicados, ahora todavía puedo trabajar.
¿Qué tan complicado es trabajar como "chatarrero"?
Enrique López, propietario del Centro de reciclaje que funciona en la calle Camino Antiguo a Coatepec, dice que ser “chatarrero” es un oficio complicado y discriminado porque luego las personas en ciertas zonas de la ciudad te ven feo.
A quienes recolectan desechos como lavadoras, estufas, aparatos electrodomésticos, llantas o rines viejos, los discriminan porque los ven como los de la basura.
Lo curioso es que los mejores sitios para comprar esos objetos son las colonias populares, de la avenida Circunvalación o Rafael Lucio, para aquel lado, “porque en los fraccionamiento de gente pudiente hay quienes tiene mucha cultura y separan todo para reciclar y están los que te ven feo porque trabajas en un basurero”.
Indica que en su establecimiento lo que más reciben es fierro viejo aunque ahora bajó el precio porque se paga de acuerdo a la cotización diaria de dólar, “es temporada baja porque los metales cotizan en las bolsas de valores de Estados Unidos y se paga de acuerdo a cómo cierran los mercados y el dólar, si hay inestabilidad en el país vecinos, nos pega y ahora la hay”.
A su negocio llegan “los chachareros” que andan en las calles recogiendo latas, cartón, revistas, fierros viejos y todo lo que puedan vender, para ellos esta recolección es un empleo, “ellos se llevan un promedio de 150 a 250 pesos diarios”.
En esta fuente de ingresos hay de todo: jóvenes, mujeres y hombres de todas las edades, hasta borrachitos que traen todos los días todo lo que hallan en su camino. “Pero la mayoría son mujeres mayores que traen puro plástico y se llevan en promedio de 50 a 100 pesos diarios”.
En el caso de los hombres ganan un poco más porque ellos cargan fierro, estufas y muchos objetos que son más pesados, “ofrecen sus servicios de hacer mandados y aprovechan para pedir las cosas viejas como aparatos para venderlas”.
Dice que los hay quienes ya tienen un negocio más estable que son los que andan en una camioneta comprando estufas, refrigeradores o lavadoras descompuestas, “ellos invierten en el transporte y la gasolina y eso cambia el asunto porque ellos obtienen un poco más porque pueden obtener hasta más de 500 pesos diarios, pero como hay días malos también pueden quedarse sin nada en un día, ni para la gasolina”.
En su caso, comenta que hay varias familias que trabajan en el negocio de acopiar desechos “y no les va tan mal”. Hay quienes se llevan diario de 100 a 600 pesos, pero las cifras son variantes y corresponden al tiempo que se le dedica a recoger los desechos.
¿Hay cultura y conciencia ambiental en Xalapa?
Xalapa es una ciudad donde ha habido un crecimiento de la conciencia ambiental y de reciclaje; pero falta mucho que hacer para que haya menos contaminación por desechos, expone Lissy Rodríguez, de la Dirección de Medio Ambiente municipal.
Comenta que en esta capital hay cada vez hay más personas y familias que adquieren la cultura del reciclaje, que aunque falta mucho por hacer, son más los que participan en los reciclones de su basura electrónica que se realizan en la ciudad.
En coordinación con la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) se promueve la buena gestión de los residuos sólidos urbanos y de manejo especial a través de eventos de acopio en todo el estado, uno más se realizará el próximo 3 de julio, de 8 am a 15 horas en la explanada del teatro del Estado.
Como ya se ha hecho en otras ocasiones ahí recibirán desechos electrónicos o eléctricos, aceite vegetal usado, pilas y llantas; además de plástico (PET y HDPE), nylon, papel, cartón, aluminio, envases multicapa, vidrio y radiografías, los cuales deberán ir secos y separados para su fácil manipulación.
En esta ocasión también acopian colillas de cigarros que es un contaminante silencioso porque una sola ensucia muchos litros de agua. De la cantidad de desechos que se generan en la ciudad, comenta que desconoce la cifra actual.
De acuerdo a la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) en Xalapa se recolectan diariamente 450 toneladas de desechos sólidos. Éstos son los generados en las casas habitación y que resultan de la eliminación de los materiales que utilizan en sus actividades domésticas, de los productos que consumen y de sus envases, embalajes o empaques; los residuos provienen de cualquier otra actividad dentro de establecimientos o en la vía pública que genere residuos con características domiciliarias domésticas, y los resultantes de la limpieza de las vías y lugares públicos, siempre que no sean considerados por la Ley como residuos de otra índole.