La invasión de productos chinos y los avances tecnológicos todavía significan un impacto negativo en personas que se dedican a la compostura de ropa o zapatos, a la reparación de electrodomésticos o dispositivos electrónicos. Sin embargo, en los últimos meses la inflación ha permitido un alza en la solicitud de servicios, aseguran encargados de talleres locales.
La ecologista Mariana Moctezuma lamenta que en realidad todo pareciera indicar que impera la cultura del desperdicio. Por ello, asegura que urgen más campañas de concientización para darle otra oportunidad a la ropa, los zapatos y los objetos en general.
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La mejor opción para la economía familiar y para atender el llamado del cuidado del medio ambiente es reparar, enfatiza la ecologista, quien en el caso de la ropa apuesta por generar trabajo para la costurera del barrio y volver a los trueques de prendas de segunda mano.
Aunque de Xalapa no hay dato específico, cita a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que en 2021 reveló que la Ciudad de México generó tres mil 700 millones de toneladas de residuos textiles y solo recicló el uno por ciento.
¿En qué ayuda reciclar ropa y aparatos electrónicos?
Cristina Martínez Valladares, quien vive en la colonia Campo de Tiro, es costurera e indica que lo que más le piden es el cambio de cierres, botones o dobladillos, y solo hay reparaciones mayores en pantalones de hombres. En la ropa, dice, no se piensa en el cuidado del planeta, y hay quienes consumen cada vez que tienen un festejo o reunión.
En el caso de zapateros, exponen que las personas ya entendieron que el calzado chino es de baja calidad y ahora optan por comprar uno mejor al que sí es una buena opción mandar a vulcanizar, pues representa un ahorro para su economía.
Gabriel Álvarez Quijano, quien ha sido zapatero por al menos 40 años en el mercado Jáuregui, afirma que los dos impactos fuertes han sido la introducción de zapato chino y los dos primeros años de la crisis sanitaria, pero en 2022, por lo menos él, no se da abasto.
Ya sea para ahorrar o para cuidar sus zapatos favoritos, en temporada de lluvias lo que más piden es el pegado y el cocido, con costo de 70-90 pesos, que ahora se realizan con productos de mejor calidad, pues dice que también ha habido una evolución al respecto.
Igual que ha sucedido a lo largo de los años, explica que son zapatos de mujeres los que más arregla y, los de niños, los que menos, pues les crece constantemente el pie.
Juana Lara y Víctor Martínez, quienes también laboran en el mercado Jáuregui, indican que no hay nada como reforzar los zapatos con trabajos bien hechos y con la garantía de que la perdurabilidad será mucho mayor a la pensada.
Comentan que ante la escalada de precios y el regreso a clases presenciales han tenido reparaciones de mochilas, pues con 80 o 100 pesos de inversión las que ya estaban viejitas vuelven a estar listas y reforzadas para todo el año.
Gerónimo Morales, relojero y joyero, indica que en 25 años de trabajo ha disminuido la solicitud de reparaciones, pues ante la falta de capital, componer estos accesorios es “un lujo”. Compran un reloj barato en lugar de mandar a componer un buen reloj.
"Ante la crisis, mejor conservar lo viejito"
Técnicos en reparación de electrodomésticos coinciden en que ante la inflación actual hay aumento de trabajo. “Durante 2020 y 2021 disminuyó por la crisis sanitaria y porque mucha gente, por estar en su casa, ahorró y hasta se compró nuevos aparatos, pero ahora no da para estar estrenando”.
Armando Rosas apunta que las personas han vuelto a las reparaciones y también piden asesoría sobre qué hacer ante lavadoras, secadoras o hasta licuadoras que ahora tienen maquinarias modernas que a veces hasta resultan desechables.
Opina que los materiales son menos resistentes y su exhorto es a que conserven lo “viejito”, pues era de mejor calidad y la reparación, menos costosa.
Actualmente lo que ya está en el olvido, dice, es la televisión analógica y las pantallas, en su gran mayoría, las tienen guardadas cuando se descomponen o las tiran. En celulares, técnicos de la plaza Clavijero señalan que sí hay menos usuarios, pues optan por modelos nuevos; centro de carga y pantallas es lo que sí componen, pero entre más costosa la reparación, menos la ven como una alternativa. La Recicladora The Ewaste Group informa que en los últimos cuatro años la basura electrónica aumentó en Veracruz un 75 por ciento; son los celulares, las tabletas y las pantallas los principales desechos.
El principal factor para que esto suceda, apunta, es que conforme avanza la tecnología algunos aparatos se descontinúan. El llamado es a hacer un uso y desecho más responsable.