CIUDAD MENDOZA, Ver.- Guadalupe Martínez Carrasco, originario de Tehuacán, Puebla, llegó a Santa Rosa a los 18 años a trabajar a la industria textil; la Compañía Industrial Veracruzana, Sociedad Anónima (CIVSA), fue el ancla de cientos de inmigrantes que llegaron a vivir en esas tierras en busca de empleo.
De Puebla, Oaxaca y Tlaxcala fue el mayor número de personas que arribaron a tierras santarrosinas a hilar el algodón en lo que hoy es Ciudad Mendoza.
El señor Guadalupe nació en 1916, ahora tiene 102 años y abrió sus recuerdos a El Sol de Orizaba. En 1940 le tocó en maquinaria especial elaborar tela que era usada para vendas y enviadas a Europa en plena Segunda Guerra Mundial.
Lúcido, alegre y en plena vejez, ya jubilado narró sus vivencias en la fábrica textil "Santa Rosa", pero también trabajó en Cocolapan en Orizaba, en San Lorenzo en Nogales y Cidosa en Río Blanco, donde conoció al legendario sindicalista Mario Martínez Déctor, lo que cambió su vida.