El camino que va de Banderilla al poblado La Haciendita es utilizado como basurero y tiradero de animales muertos, acusan vecinos. Los inconformes aseguran que los desechos son arrojados a cualquier hora del día y que han dado parte al Ayuntamiento sin que se investigue para sancionar a los responsables.
Al recorrer la zona fácilmente se pueden ver a un costado del camino bolsas repletas de basura que son desgarradas por perros que esparcen los desechos en busca de alimento. Además, los desniveles y barrancos también son utilizados como depósitos o tiraderos. El mal olor puede percibirse con facilidad.
Vecinos de la zona exigen al Ayuntamiento actuar de inmediato para evitar un mayor foco de infección, además de que piden regular los centros de acopio o reciclado al sostener que “también arrojan basura a la calle”. Cerca del camino Banderilla-La Haciendita hay al menos dos de esos centros de confinamiento y uno de ellos ocupa la vía pública para realizar la separación de desechos, acusan habitantes.
La afectación por basura en la zona es grave, señalan, pues además de los tiraderos clandestinos el río Sedeño se encuentra más contaminado, incluso por aceites y escurrimientos de aguas amarillentas y de mal olor.
Las aguas del afluente son recordadas con melancolía por personas mayores, quienes dicen que hace muchos años habitan una zona identificada como “el salto del gato”, que tenía una poza y cascada, y la de “los cubos”, que permitía darse un chapuzón a sus visitantes.
Los habitantes piden a las autoridades municipales implementar operativos para evitar que los desechos causen un mayor impacto negativo, pues aseguran que la proliferación de ratas y otros animales rastreros aumenta.
Hay quienes sostienen que en varias ocasiones se han implementado campañas de concienciación para sacar la basura únicamente cuando toca la campana del camión recolector, sin embargo, aseguran que todas han fracasado ante la falta de voluntad ciudadana.