Lo que podría ser un majestuoso paisaje para atraer turistas se convirtió en un lugar estigmatizado por el miedo y el dolor. En la barranca de La Aurora, ubicada apenas a unos kilómetros de la Academia de Policía de El Lencero en Emiliano Zapata, se depositaron cuerpos de personas víctimas de desaparición forzada en Veracruz en el gobierno de Javier Duarte.
La gente cercana al lugar lo recuerda como un pasaje negro, pero ello no los persigue ni los inquieta. Lugareños han seguido su vida normal antes y después de lo que se ventiló en medios de comunicación.
La inseguridad no la vivieron sólo en el gobierno duartista, ese es un flagelo, pareciera, con el que se tendrá que seguir por el resto de los días.
Ángel tiene ocho años viviendo en la comunidad El Lencero. Mientras le mueve a la paila donde hace sus "carnitas", dice desesperanzado que aquí no hay gobierno ni hay nada.
Aquí las cosas ya no se componen, pasan unas cosas, pasan otras cosas, aquí es como si no hubiera gobierno, no hay nada
Apenas hace unos días, a unas casas de la suya, fue ejecutada una persona en el bar botanero El Potrillo. Por esa razón ahora el lugar permanece clausurado.
Hay pocas viviendas y alejadas unas de otras en las localidades cercanas. Poca gente se observa en las calles o las esquinas. Pareciera un lugar solo, abandonado. Ese ambiente de desolación es lo que rodea la inmensa barranca de La Aurora, cubierta de vegetación, quizá también de terror.
Muy cerca del sitio, desde hace más de siete años, se creó la colonia antorchista Aquiles Córdova Morán, también en el municipio de Emiliano Zapata.
Las carencias allí son muchas, padecen de agua, alumbrado público y falta de trabajo, aunque son pocos los pobladores, ya casi nadie habla de lo que se dijo de ese lugar que causó gran dolor a las familias de personas desaparecidas que llevan años en busca de noticias de los suyos.
Aquí está tranquilo, no se oye nada que nos venga a espantar", dijo César Ruiz, quien tiene poco de vivir en ese lugar. Confiesa que se han robado "cosillas pero nada más
Hay rondines de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, según César, y esa situación les da un poco de tranquilidad, ahora señala que sus necesidades son otras, ya no tienen las mismas tierras para sembrar que antes y viven al día.
Hay quien duda que ese lugar con hermoso paisaje haya sido el destino de cuerpos torturados o desaparecidos de manera forzada, hay quien asegura que sucedió, aunque poco se diga ya.
Aún hay áreas donde se observan zopilotes, otros de hermosa vegetación, y hasta mariposas de colores. El ambiente es contrastante.
A mitad de la carretera, un pedazo de una prenda de ropa sucia se observa sin razón aparente. Cerca de allí, campesinos iniciando su jornada, rogándole a la tierra que una plaga no acabe con sus cultivos. La vida en ese sitio sigue, el recuerdo de lo que pudo suceder está y quizá, no se pierda nunca.
Barranca
A inicios de 2018 se dio a conocer que en el gobierno de Javier Duarte había instrucción de entregar a personas "vinculadas con la delincuencia" al grupo de fuerza especial "Los Fieles" de la Secretaría de Seguridad Pública, que los arrojaba a "la laguna negra o barranca de La Aurora" para darles "la olímpica", término que utilizaban para describir ese hecho.
Ese grupo de élite estaba a cargo de Arturo Bermúdez Zurita, que se dedicó a realizar desapariciones forzadas sistemáticas; el exfuncionario fue detenido en 2017 y desde diciembre de 2018 sigue su proceso en libertad.
La Fiscalía General del Estado otorgó información sobre que el fiscal en el gobierno de Javier Duarte, Luis Ángel Bravo Contreras, ordenó a personal bajo su mando ocultar y alterar del hallazgo de 13 cuerpos, mismos que fueran localizados en el punto.
Según testigos en ese lugar, se arrojaba a víctimas de desaparición forzada, justo a unos kilómetros de la Academia de Policía de El Lencero.
El 19 de enero de 2016 fueron localizados allí restos de al menos 19 personas, sin embargo, Bravo Contreras habría dado la instrucción de únicamente reportar el hallazgo de seis cuerpos. Por ese caso fueron detenidos al menos 20 policías, además de la exdirectora de Investigaciones Ministeriales, María del Rosario N; el exsecretario de Seguridad Pública, Arturo N, y el exdirector de la fuerza Civil, Roberto N, sólo este último sigue en prisión en el penal de Pacho Viejo.
Por estar relacionados con el mismo caso, también se detuvo al exdirector general de Servicios Periciales, Gilberto "N", quien ahora tiene arresto domiciliario.
Tras los hechos, aunque se dijo que se realizaría la búsqueda de personas desaparecidas en la Academia de Policía de El Lencero y en la barranca de La Aurora por parte de los colectivos de familiares, los trabajos no se concretaron.
Colinas de Santa Fe, el cementerio más grande
VERACRUZ, Ver.- Desde el hallazgo de las primeras fosas en la zona de Colinas de Santa Fe, al norte de la ciudad de Veracruz, muchos habitantes del fraccionamiento que lleva el mismo nombre han tratado de vender sus propiedades y comprar en otros lados. Y es que, aunado al tema de la inseguridad, a 15 años de adquirir las viviendas del fraccionamiento carecen de su municipalización y enfrentan una disputa de si pertenece a Veracruz o a La Antigua.
Los vecinos aseguran que cuando compraron sus viviendas nunca se imaginaron que a unos cuantos metros de sus casas se ubicaría una de las fosas clandestinas más grandes en la historia de Veracruz, con cientos de cuerpos enterrados, producto de la delincuencia organizada.
Desde los primeros restos encontrados las autoridades colocaron una reja para dividir el fraccionamiento de la zona donde se realizan los trabajos de búsqueda por parte de los Colectivos, es decir, no hay paso.
Por ello, justo en la esquina de la calle San Leonardo, la última del fraccionamiento que es donde se encuentra la reja, un elemento de la Fiscalía General de Justicia del Estado permanece vigilando las 24 horas para evitar el ingreso de personas ajenas a los trabajos de búsqueda.
Para los vecinos ya no es novedad el paso de los colectivos, de los elementos de la Fiscalía, de los medios de comunicación y de otras autoridades, que se juntan en el Yepas para entrar en caravana a la zona.
Sin embargo, muchos de ellos han preferido vender y alejarse de eso, pues aunque nunca han visto nada, desean comprar en otro lado, porque sólo mencionar la palabra colinas de Santa Fe se piensa en muerte, cadáveres, delincuencia y otros términos asociados con la inseguridad que vive Veracruz.
Yo compré hace años, creo que por ahí de 2009, la compré como un patrimonio, pero después de lo de las fosas mi mamá ya no quiso que nos fuéramos, le agarró como miedo por tantas cosas que salieron. La hemos querido rentar pero está muy lejos, la gente que renta prefiere hacerlo más cerca del centro, le damos la vuelta, pero ahí está la casarelató Rosendo, trabajador de un centro comercial en Veracruz
Perdió interés inmobiliario
En varias casas se puede ver el letrero de “se vende” o se “traspasa”, incluso algunas inmobiliarias se anuncian para ofrecer los servicios.
De hecho, la coordinadora estatal de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios, Ana María Herrera, indicó que en el reporte de diciembre de 2018 la zona norte, específicamente Colinas de Santa Fe, había perdido interés en materia inmobiliaria por el descubrimiento de las fosas clandestinas, porque evitaban comprar ahí.
Aunque algunos sí han logrado vender o traspasar, hay algunos vecinos que opinan que la peor parte ya pasó y que se trata de una fuerte inversión la que hicieron para hacerse de un patrimonio para dejarla perder.
Yo creo que lo peor ya pasó, ya sabemos que cerca de aquí hay una fosa, pero esos cuerpos son de años atrás, algunos no llegábamos quizá. Yo soy del norte del país y esto es un patrimonio que adquirimos con mi esposo, yo me quedo en casa a hacer las labores del hogar y bendito Dios nadie se mete conmigo, no hay problemas por vivir aquí
aclaró María, quien desde 2010 llegó a Veracruz por el trabajo de su esposo
Comentó que sí hubo familias que abandonaron el fraccionamiento y decidieron irse a rentar o comprar en otra zona.
Por fortuna, con las obras de ampliación del puerto empresas han llegado a rentar algunas de las casas para sus trabajadores, pues la zona se ubica a unos cuantos minutos del nuevo puerto.
Nosotros no somos de aquí, estamos por contrato con una empresa que nos rentó esta casa de tres recámaras, desconocemos todo de esta zona comentó Ernesto, de 22 años, originario de la ciudad de México
Actualmente las casas de colinas de Santa Fe están valuadas en un millón de pesos, las de tres recámaras, pero el fraccionamiento no ha sido municipalizado, por lo que no hay áreas verdes, hay problemas de alumbrado, no hay mantenimiento y tienen conflictos con la basura, además de que está en disputa de si pertenece a Veracruz o a La Antigua y en tanto no se arregle este problema sus habitantes están a la deriva.