Córdoba, Ver.- Urge inculcar en funcionarios municipales, encargados y meseros en los restaurantes así como en los empleos de prestación de servicios una lengua inclusiva respecto a las señas, dijo Teresa de Jesús López Reyes, es intérprete del lenguaje de señas.
La maestra en necesidades educativas especiales, comentó que en ella nació el interés de realizar un curso de lengua de señas del cual lleva aproximadamente un año y medio estudiando, ya que se siente con la responsabilidad de poder brindar lo aprendido para así bajar la discriminación e incentivar a la inclusión.
“Todo empezó pues al acabar la licenciatura de psicología labore en una escuela de educación especial en mi área llegaban niños con problemas de lenguaje y después al venir a Córdoba y tomar la maestría fue donde se aferro e investigó clases virtuales y ahora enseño”.
Las personas con problemas de oído, usan sus manos como voz para decir lo que piensan, siente y necesitan, sin embargo no en todos los aspectos laborales existen personas que tengan el interés de aprender la lengua de señas, “el cómo piden información y cómo llegan a una cafetería y los atienden, es preocupante la discriminación no estamos preparados para una inclusión”.
Comentó que al ser una lengua , tiene una gramática y alfabeto manual, mismo que debe respetarse ya que son temas básicos de enseñanza, existe una idea errónea en la población general pues piensan que cada movimiento de las manos es una letra pero ya existen palabras conjuntas como “mamá”, “tienda” “te amo”.
López Reyes dijo que esta lengua tiene grado de dificultad y aunque le costó trabajo se empeñó en aprender para poder en un futuro dar este tipo de cursos, situación que hace hoy día a través de las plataformas virtuales.
“Me siento muy orgullosa y feliz de saber que puedo comunicarme de entender y que me entiendan, me anime porque tengo compañeros que me dicen que hace falta que sepan la lengua de señas pues hay necesidades”
La entrevistada dijo que los cursos de lengua de señas básicos que imparte si bien no son para volverse traductores, ya que lleva un trabajo de mayor tiempo, el objetivo que tiene es buscar que puedan ayudar. Actualmente tiene 6 personas y una de ellas es trabajadora de Gobierno, “esta mujer me comenta que no sabe el día que llegue una persona con discapacidad auditiva y que con el curso mínimo podrá entender y solucionar su problema”.
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Recalcó que hace falta mucha inclusión no solo a las personas con problemas de auditivos, sino a aquellas que son ciegas, que usan silla de ruedas, “hace falta muchísimo interés por nuestro prójimo que realmente nos necesite”.