PAPANTLA, Ver.- Un trato inhumano es el que vienen denunciando a través de diversos medios, tanto pacientes como sus familiares y trabajadores del Hospital Regional “José Buill B.”, por parte del director del nosocomio, Oscar Manuel Pulido Espinosa, por lo que el problema podría estallar en cualquier momento, ya que se asegura que hay una confabulación entre el director y la administradora del nosocomio, Ana Isabel Lagunes Ruiz, quien es señalada de acoso laboral, por lo que está en puerta una manifestación, señalaron trabajadores.
Pacientes que se han visto en la necesidad de acudir al Hospital Regional “José Buill B.” se quejan de la falta de atención médica que atenta contra su salud, pues aseguran a través de las redes sociales que son tratados de forma inhumana tanto en el área de urgencias, como en la de hospitalización y medicina general, lo que amerita la intervención de las autoridades de la Secretaría de Salud en el Estado, trabajadores del nosocomio aseguran que ya es una situación insostenible, pues desde hace varios días que son denunciadas las irregularidades y nadie interviene.
El director del Hospital Regional “José Buill B.”, Oscar Manuel Pulido Espinosa, y la administradora del nosocomio, Ana Isabel Lagunes Ruiz, son señalados de déspotas, tanto con los pacientes como con sus familiares, así como con los trabajadores, quienes se quejan de ser víctimas de acoso laboral, sobre todo el personal médico.
Añaden que la administradora, en lugar de realizar su trabajo administrativo, los acosa y los manda a vigilar con los elementos de seguridad que laboran en el hospital e incluso con sus mismos compañeros.
Los mismos trabajadores del hospital aseguran que no cuenta con medicamentos debido a la apatía del director Oscar Manuel Pulido Espinosa, además de que el personal médico no tiene escritorios para poder brindar sus consultas médicas y los médicos pasantes son obligados adormir en el piso; otro problema es que no hay equipos de aire acondicionado y se carece de personal médico especializado como ginecólogos, anestesiólogos y tampoco hay médicos cirujanos; los fines de semana es un verdadero caos