Veracruz, Ver.- Desde hace más de tres años, Leticia, Ignacio, David, Lupe, Ana y Carmela ayudan a la población que menos recursos tiene en el puerto de Veracruz, con un poco de alimento para empezar el día.
En el desayunador San Paul Vicente Virgen María Auxiliadora, brindan desayuno gratuito a más de 100 personas habitualmente, casi todos sin un techo en donde vivir, otros adultos mayores que viven en el alcoholismo en la calle, sin el interés de sus familiares.
Te puede interesar: ¡No discriminan! Iglesia de Xalapa acepta matrimonio igualitario y a personas trans
El proyecto lo comenzó Leticia Morales Barradas y su esposo Nacho, tras la llegada de la pandemia del Covid y la crisis laboral que generó a las familias veracruzanas, tras la suspensión de actividades.
En un principio empezaron por regalar 90 porciones, conforme pasaron los años la demanda fue aumentando hasta llegar a 165. A partir de las 7:00 de la mañana se inicia con la preparación de los alimentos en el lugar y a las 9:00 de la mañana se da paso a la repartición.
Pero esta temporada decembrina, el día de Navidad, buscan hacer la diferencia en la población sin un hogar a la que ayudan tres veces a la semana, brindando los alimentos para que tengan una cena navideña digna y la puedan compartir con quien quieran.
¿Qué darán los activistas a los grupos vulnerables el 24 de diciembre?
Ignacio Betancourt Contreras, esposo de Leticia Morales, compartió que el 24 de diciembre se han propuesto regalar 160 pollos rostizados con spaghetti, verduras y champurrado, para que puedan degustar todas las personas que a lo largo del último año se han acercado a pedir ayudar.
¡Suscríbete aquí a nuestro canal de YouTube! Conoce más sobre distintos reportajes
Esta es la primera vez que el Desayunador gratuito, ubicado en la calle Tuero Molina entre 20 de Noviembre y 2 de Abril, se han propuesto dar este regalo adicional y la tarea es titánica; sin embargo, Ignacio afirma que es reconfortable y alentador dar este regalo para que la fecha no pase desapercibida entre quienes menos tienen.
Te puede interesar: Invitan al Priti Fest en apoyo a comedor comunitario; sede y costos
Ignacio Betancourt detalla que se fue involucrando en este proyecto luego de pensionarse, su esposa Leticia Morales dedicaba su tiempo libre a labores humanitarias y cuando él tuvo el tiempo que le absorbía trabajar, recibió la invitación para sumarse al Desayunador San Paul Vicente.
Afirma que la experiencia ha sido única y satisfactoria, pues aunque no se gana nada, existe un bienestar personal.
"Gracias a Dios yo me pensioné, tuve tiempo, mi esposa me hizo la invitación porque él siempre participaba en labores humanitarias, me fui involucrando y eso me hace sentir bien".
Ignacio cuenta que el Desayunador San Paul Vicente tuvo su inicio en la Iglesia La Madre de Dios, posteriormente prestó servicio en el colonia Chalchihuecan, con las madres Vicentinas.
Desde hace un año y tres meses se encuentra en la calle Tuero Molina, en la zona centro de la ciudad, donde se atiende a más de 100 personas tres veces a la semana, ofreciendo comida para empezar el día. Y aunque en ocasiones la situación se complica porque acuden personas en estado inconveniente, nunca se les niega la comida y solo se les pide guardar el orden.
Para atender a la población sin hogar que se acerca por una comida, se gastan en promedio 3 mil 500 pesos solo de luz y renta, además de entre 700 y 900 pesos de gas LP, que es el principal y más caro insumo. A lo anterior se le suma el gasto por la comida, todo se consigue de aportaciones ciudadanas.
Las manos que preparan y distribuyen la comida son de voluntarios que no cobran un sueldo. Incluso en ocasiones los propios beneficiarios ayudan limpiando el lugar y los alrededores, para no generar inconvenientes con la basura a los vecinos.
La atención se brinda los días lunes, miércoles y viernes de 9 a 11 de la mañana, sin ninguna restricción y de forma gratuita.
Los integrantes del desayunador comunitario aceptan ayuda de los ciudadanos que quieran cooperar con la causa, ya sea en especie, dinero o mano de obra para ayudar con la preparación de los alimentos para las personas en situación de calle.
Aceptan desde tortillas, carne, pollo, arroz, verdura, leche o cualquier insumo que se utilice para la preparación de los desayunos que son elaborados a base de un guisado, pasta seca y una bebida.
Buscan que la dieta alimenticia para este sector sea nutritiva y no repetitiva, pues buscan hacer la diferencia con los más olvidados de la población.
Para esta Navidad, esperan que está acción de regalar pollos rostizados, permita alegrar a las almas de las personas en situación de calle, pero también abrir el corazón de quienes tienen mejores condiciones, para apoyarlos y compartir.