En Veracruz se conmemorará el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres en un ambiente de opacidad y sin información puntual de parte de las autoridades sobre qué están haciendo con las recomendaciones emitidas a la par de las dos Alertas de Violencia de Género con las que cuenta, consideran investigadoras y activistas.
Como urgente califican la atención a una problemática que solo de enero a septiembre de 2024 registró en la entidad 49 feminicidios, 66 homicidios, 214 agresiones, así como 585 desapariciones (366 localizadas, cinco de ellas sin vida), de acuerdo con datos del Observatorio Universitario de Violencias contra las Mujeres (OUVMujeres).
La conmemoración, señalan, se hará también en medio de la expectativa de una posible tercera declaratoria de AVG por desaparición de mujeres.
Ante la ausencia de titular del Instituto Veracruzano de las Mujeres (IVM), que ha operado así desde 2019, la encargada de despacho, Rocío Villafuerte Martínez menciona que la definición podría ser en cualquier momento de lo que resta de noviembre, o en diciembre.
Datos del portal de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) indica únicamente que la solicitud fechada en 2019 está “en proceso”.
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Veracruz tiene dos alertas de género
¿Por qué se habla de la ausencia de información y de resultados? Porque la misma Comisión expone que para la AVG implementada por violencia feminicida en noviembre de 2016 los programas estratégicos estatal y municipal permanecen en estatus “por desarrollar”.
En cuanto a la correspondiente a agravio comparado (2017), en programas estratégicos estatales aparece con el mismo estatus.
La Alerta de violencia feminicida actualmente aplica en Xalapa, que en 2024 ocupa el primer lugar con cuatro casos; Boca del Río, Coatzacoalcos, Córdoba, Las Choapas, Martínez de la Torre, Minatitlán, Orizaba, Poza Rica, Tuxpan y Veracruz.
Un señalamiento es también por la desactualización de las alertas, pues el delito de feminicidio en el año que transcurre también se ha registrado en los municipios de Zongolica, Astacinga y Soledad Atzompa, así como en Papantla.
A nivel nacional, el informe de incidencia delictiva sobre violencia de género emitido por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, también con datos de enero a septiembre, coloca a Veracruz en el quinto lugar nacional de presuntos feminicidios.
La entidad tiene ese sitio con 41 casos; el primer lugar lo ocupa Estado de México (52), seguido de Nuevo León (50), Ciudad de México y Morelos, ambos con 42.
En este mismo registro, en el documento 100 Municipios con Presuntos Delitos de Feminicidio, Xalapa y el puerto de Veracruz aparecen con cuatro casos.
¿Estrategias de seguridad?
Estela Casados Gonzalez, coordinadora del OUVMujeres, enfatiza en la urgencia de una estrategia de seguridad que alcance para lograr un cambio sensible, principalmente en las medidas de prevención, justicia y reparación.
“Más de la mitad de la población del estado y del país somos mujeres. Necesitamos saber cuál va a ser el proceder del gobierno estatal y federal. Es urgente que se desarrollen medidas porque ese ha sido un gran problema observado desde la sociedad civil y la academia, no ha habido información puntual de qué está haciendo la autoridad para la resolución a las recomendaciones de las Alertas”, expresa.
La académica de la Universidad Veracruzana puntualiza que las declaratorias se ejecutan por solicitudes surgidas desde la sociedad civil, por lo cual se le debe informar a todas las mujeres y toda la sociedad del estado.
“¿Qué se ha hecho? ¿Cuáles son los avances? Ni siquiera podemos decir que ninguno porque no sabemos cuáles son las medidas que han respondido”, declara.
Recuerda que en febrero de 2019, en un gran evento, la autoridad anunció la estrategia Cero Tolerancia a la Violencia contra las Mujeres, pero no se supo más. Solo los días naranja o cuando hay necesidad de hacer una publicación se hace referencia a esta estrategia.
Reitera que hay opacidad para informar cuáles son los avances y cuáles son los retos más importantes que les han planteado las Alertas.
“Solo se dice que se están atendiendo, pero las mujeres no lo sentimos así. Una mujer víctima de feminicidio, de homicidio, de desaparición, va a ser un mensaje subliminal para todas las veracruzanas, para decirnos: el lugar donde vives es un lugar inseguro”.
Contrario a la voluntad y la exigencia de estar seguras en la universidad, en las escuelas, en las calles, en nuestras propias casas, las cifras nos están diciendo que no hay seguridad, añade.
Podría aplicarse una tercera alerta, ahora por desapariciones
En cuanto a por qué la necesidad de una tercera declaratoria de AVG por desaparición de mujeres, los datos recabados por el OUVMujeres muestran que entre 2014 y 2020 los casos eran de menos de 300, pero en 2021 fueron documentados 685 (solo 399 fueron localizadas y catorce de ellas sin vida); en 2022, 696 casos; en 2023, 904, y en los primeros ocho meses de 2024, 585.
La defensora de derechos humanos Anaís Palacios Pérez opina que en este fenómeno se ha intentado implementar políticas de prevención pero no son claras ni medibles y mucho menos evaluadas por la ciudadanía.
“Detrás de las desapariciones en adolescentes y mujeres jóvenes puede haber situaciones como la violencia de género, violencia familiar o de peligro, lo que se debería estar atendiendo”, indica la acompañante de familiares de personas no localizadas.
Observa que el enfoque está en la promoción de la cultura de paz y la coordinación interinstitucional, pero sin claridad y señala el alto número de las desapariciones, aun cuando ya existen leyes e instituciones como la Comisión Estatal de Búsqueda, creada en 2019, y la Fiscalía Especializada.
Al respecto, investigación de Estela Casados muestra que aunque se carece de un diagnóstico sobre las causas de desaparición de mujeres, sí es posible afirmar que los detonantes se observan en plural. Entre el periodo de 2014 y 2024 han detectado tres detonantes.
Uno de los mencionados es el “crimen organizado dedicado al tráfico de mujeres con presencia de ‘enganchadores’ que sustraen a menores de edad con fines no del todo definidos, pero que se presume están relacionados con el trabajo sexual forzado”.
Otro más es la ausencia voluntaria por parte de las más jóvenes, quienes por motivos diversos deciden abandonar su hogar, así como la violencia de género vivida dentro de los hogares.
En el caso de niñas y bebés, explica que por lo regular son por diferencias o violencia de género entre la madre y el padre; puede sobrevenir la sustracción del menor.
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