Hasta el mediodía de este 12 de diciembre más de 50 mil peregrinos estiman que habían arribado a la Basílica Menor de Nuestra Señora de Guadalupe para pedir por su salud, la de sus familiares y porque mejore su situación económica, así como la seguridad y paz en el país, afirmó el párroco César Romero Galán.
“Desde antier, el 10 (de diciembre) empezó a llegar muchísima gente, gracias a Dios, algo que no esperábamos, han llegado muchas peregrinaciones, bastantes familias todo el día han estado llegando, y gracias a Dios ha habido buena afluencia, es difícil calcular, pero yo creo que 50 mil personas han estado llegando”.
¿De qué lugares provienen los peregrinos?
Expuso que se trata de creyentes de toda la región de Xalapa como es Xico, Teocelo, Cosautlán, Rinconada y de estados como Chiapas, Tabasco y Puebla.
A su decir, tras dos años de pandemia, los católicos tienen en el corazón el mensaje de la Virgen María de Guadalupe y ha “quedado muy profundo en los mexicanos”.
“Saber que tenemos alguien que nos cuida, que nos protege, que nos ama, y a quien podemos acudir. La virgen le pidió a Juan Diego que le hicieron una casita donde ella pudiera atendernos a todos y esa casita se ha multiplicado en nuestro país y la gente busca esa casita donde ir a ver a la madre de Dios e ir a pedirle lo que necesita”.
Agregó que en general, la fe católica, ha tenido un “poquito de disminución, no mucho” dado que éste ya no es tan grande como años atrás; no obstante, en fechas como el 12 de diciembre, Navidad y Semana Santa resurge lo que durante el año no se manifiesta.
“Y ahora con la pandemia resurgió mucho, la gente estaba muy necesitada y yo creo que por eso también viene ahora mucha gente, porque tiene muchas necesidades”, refirió.
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Movimiento económico
Los comercios de la zona y que llegan a instalarse a la calle Carranza reportan un incremento, aunque no significativo de sus ventas.
Magdalena llevó a vender trajes de “inditos” para niños y niñas que en promedio tiene un precio de 300 pesos, aunque las prendas se pueden vender por separado.
“Yo espero que mejore un poco en lo que transcurre el día”, dijo al señalar que no han vendido lo que esperaban.
En la zona se puede encontrar todo tipo de comercios desde ropa, alimentos, bebidas, accesorios para celular, juegos de feria y las tradicionales cobijas y cobertores.
Siguen las visitas
Provenientes de Coatepec, un grupo de fieles de la colonia Manantiales y un taller mecánico llegaron con mucha fe a agradecerle a la virgen por todo lo que han recibido de ella.
Arturo Verónica Valentín de 63 años, desde hace ochos años, realiza su visita a la Basílica Menor quien dijo que el peregrinar lo hacen de corazón y le ofrecen un arreglo floral lo que da muestra de que la devoción en la virgen seguirá creciendo.
“Venimos a darle gracias por todo lo que nos da, por todo lo que recibimos día con día, no sabemos más que agradecer porque ella nos da todo ¿qué podemos pedir si nos da todo? Cada año venimos”, agregó Leonardo Aguilar.
Comedor
“De corazón y por amor a la virgen”, Lucía Romero Landa de 71 años desde hace varios años brinda su servicio en el “Comedor de peregrinos” durante los días del festejo a la Virgen María de Guadalupe.
Entre seis mujeres, algunos días, son más, preparan los alimentos para los guadalupanos que llegan a la Basílica Menor de Nuestra Señora de Guadalupe. Lo que preparan depende de lo que les donen, por lo que los creyentes pueden comer huevo con salsa, con erizo, papa y lo que se pueda.
“Todas son donaciones que nos dan y también parte de la Basílica que nos da para comprar algunas cosas, para los peregrinos es gratis, hay algunos que quieren dejarnos una aportación, pero no se les recibe porque luego puede mal interpretarse. A veces nos traen mandado, muchas cosas, cajas de pan y nosotros lo hacemos de corazón y por amor a la virgen”.
Lucía pertenece al coro “Sagrado Corazón de Jesús” de la Basílica Menor, pero entre las voluntarias, también hay catequistas, e integrantes de varios grupos eclesiásticos que desde los primeros días de diciembre se preparan para dar de comer a los guadalupanos.
Estima que son miles las personas a las que brindan algún alimento durante el desayuno o comida para seguir con su peregrinar.
“A mí me encanta dar este servicio, es una satisfacción bien grande cuando se van los peregrinos y dan las gracias y bendiciones, eso me encanta y lo seguiré haciendo mientras Dios me preste la vida y salud, yo siempre estaré aquí”.
Aunque el comedor está en obra negra, se espera que el próximo año esté mejor habilitado y ofrecerles mayor comodidad a los feligreses que visiten a la Virgen Morena.