Veracruz, Ver.- Con una trayectoria de 48 años dentro de la dirección General de Tránsito y Transporte del Estado, Zocimo Castellanos Sobrevilla fue el precursor del orden vial de grandes ciudades como Veracruz y Xalapa pasando por distintos puestos y asegura que “solo le faltó ser director estatal”.
En entrevista para Diario de Xalapa, recuerda que su incorporación a la Dirección General de Tránsito y Transporte del Estado se dio por una casualidad, pues mientras trabajaba como encargado de un estacionamiento aspirando a estudiar en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Veracruzana fue invitado por un amigo que frecuentaba el lugar.
“Allá por 1961 yo trabajaba en un estacionamiento, planeaba matricularme en la universidad y me interesaba la carrera de ingeniería pero ahí conocí al licenciado Alfonso Mayans Espíndola que solía llevar su carro a guardar ahí, empecé a tratarlo y me preguntó que si no me interesaba entrar a Tránsito porque él iba a ser delegado”, expresa.
Asegura que la invitación le llegó por sorpresa y estuvo a punto de desecharla, pues tenía 19 años y sus intenciones eran estudiar pero las condiciones económicas no se lo habían permitido, así que terminó aceptando la propuesta. Un año después, en el año de 1963 obtuvo su planta cuando el uniforme era café con beige.
Refiere que las oficinas se encontraban en la calle de Gómez Farías entre Abasolo y Escobedo, después se mudaron a la calle de Canal donde actualmente son oficinas de un periódico local y posteriormente se cambiaron enfrente en unas instalaciones que habían sido un hospital infantil y que ahora pertenece a la Armada de México.
Sólo había dos semáforos en Veracruz
Comenta que en aquellos tiempos, solo había dos semáforos que se ubicaban en Mario Molina e Independencia y en Rayón e Independencia, por lo que el trabajo era más exhausto.
Para el año de 1974, el gobierno del estado que encabezaba Rafael Hernández Ochoa y el director de Tránsito Octavio Ochoa decidieron comprar más equipos y semaforizar algunas ciudades como la de Veracruz pues ya era una demanda con el crecimiento urbano y la cantidad de automóviles.
“En ese momento la empresa que traía los semáforos se encargaría de la instalación y todo pero el gobierno decidió que solo le comprarían los equipos y que mejor se capacitará al personal con estudios y análisis. Se hizo la convocatoria y el primero que levantó la mano fui yo para ir a Monterrey Nuevo León a recibir los cursos en instalación y mantenimiento de capacitación”, manifiesta.
Al regresar de Monterrey después de la capacitación quedó como encargado del mantenimiento de todos los equipos y fue el precursor del orden vial en el puerto de Veracruz, Xalapa, Orizaba, Córdoba y algunas más.
“Los primeros semáforos de la calle de Madero en Veracruz los instalé yo, la red de semáforos que hay en Zaragoza también la instale yo, todo Díaz Mirón desde Abasolo hasta la central de autobuses, era un rollo fuerte pero en aquel tiempo no había tanto rollo de movimiento vehicular”, menciona.
Sólo le faltó ser director de Tránsito
Comenta que solo le faltó ser director estatal de Tránsito pues fue agente de tránsito en crucero, encargado del urbanismo, perito, personal de atención en la mesa de licencias, en la expedición de placas, comandante operativo y subdirector de ingeniería vial en las oficinas de Veracruz, Xalapa, Coatzacoalcos, Papantla, Córdoba, Orizaba y algunas otras.
Zócimo Castellanos, recuerda que antes, durante la celebración del Día del Agente de Tránsito que se conmemora este 22 de diciembre, la gente como respeto les daba algunos presentes, sin embargo en la actualidad se ha perdido ese respeto y por el contrario recibe “mentadas de madre” diariamente.
“Antes nos llenaban de regalos, nos daban presentes como un estímulo a nuestro trabajo, desde galletas, que un refresco, algún vino, las gracias, en fin, ahora ya no hay nada de esto, quiero decir que no es culpa de la gente, quizá a los actuales agentes les hace falta más preparación, capacitación tanto a conductores como a los compañeros, no todos pero la verdad es que los agentes que hacen bien su trabajo reciben muchas malas palabras, mentadas de madre”, externa.
En el 2011 se jubiló con 48 años de servicio y actualmente es uno de los encargados de promover la cultura vial para la prevención de accidentes.