“Únete, únete, que tu hija puede ser", fue una de las consignas más escuchadas durante la marcha que salió del Teatro del Estado en el marco del 8M. Apenas pasaban las 14:00 horas y decenas de mujeres ya se congregaban para salir a protestar.
No fueron solo jóvenes, también adultas, niñas, niños, mujeres con discapacidad que se sumaron a esta movilización para levantar la voz para exigir justicia, para pedir la aparición con vida o un alto a los feminicidios. Las demandas siguen siendo muchas.
Los 34 grados centígrados que se registraron en la capital del estado no fueron impedimento para tomar las calles. Las mujeres caminaron con sombreros, sombrillas y gorros o sin protección alguna y poco a poco se hicieron miles.
Muchas chicas llevaban un pañuelo morado y otras de color verde, fueron decenas de pancartas también con varias consignas, la lista de los tipos de violencia cada vez se hace más y más grande.
¿Qué consignas se escucharon en la marcha del 8M en Xalapa?
"No que no, sí que sí, ya volvimos a salir", "Porque vivas se las llevaron, vivas las queremos", "Ahora, ahora se hace indispensable, presentación con vida y castigo a los culpables", "¿Qué queremos? Justicia", "Ni una más, ni una más, ni una buscadora más", "Únete, únete, que tu hija puede ser", "Mujer, escucha, está es tu lucha", gritaron una y otra vez.
"Marcho para que mis hijas, crezcan sin miedo", "Quiero que mi mamá regrese viva a la casa", "Las desaparecidas nos faltan a todos", "Vivas nos queremos, hasta encontrarles", "Sentencia para el abusador de mi hija", se leía en algunas de las pancartas.
Calles del centro de la ciudad fueron cerradas por esta movilización y la que se concentró en el parque Los Berros para llegar a plaza Lerdo.
Mujeres de la policía estatal se instalaron al frente de hoteles, casas, comercios y edificios públicos para evitar que se realizan pintas, pero al final, no las pudieron evitar. En las paredes las mujeres también dejaron plasmadas sus demandas, y exhibieron varios nombres de hombres violentadores.
Al llegar al Monumento a la Madre hubo un pase de lista, y un grito al unísono de justicia que se repitió varias cuadras adelante.
La batucada no dejaba de sonar y contagiaba a las miles de jóvenes que cantaban y bailaban seguras, porque estaban acompañadas de otras como ellas.
Una mujer caracterizada con una enorme tela de color violeta las esperaba casi a la entrada del viaducto del parque Juárez y les empezó a regalar rosas. No fue la única que tuvo esas muestras de solidaridad o acompañamiento, cada vez son más quienes se organizan para regalarles botellas o vasos de agua, en casas, comercios o esquina cualquiera.
Diego marchó por su hija
Diego Tejeda Molina marchó por primera vez para exigir justicia por la desaparición y muerte de su hija Bianet Ronzón de Pacho Viejo en el 2019.
“Me la desaparecieron el 19 de junio de 2019. Pues ella salió a comprar al centro y de ahí desapareció, la encontraron a los dos meses y ya de ahí me la entregaron un 13 de septiembre, pero ya nada más su cuerpo”.
A la fecha no hay responsable del asesinato ni respuesta por la investigación que continúa, eso la motivó a salir a marchar aun con el corazón destrozado.
“En sí vengo a exigir justicia, que se haga justicia para mi hija Bianet ella tenía 35 años”, dijo.
Diega no marchó sola, lo hizo con otra de sus hijas que la acompañado en esta lucha ahora sus nietas, dos de ellas en la marcha, hijas de Bianet, como Zianya Ronzón.
“Lo único que pedimos es que se haga justicia”, dice su hija y que el asesinato de su madre no quede impune.
“Que el hombre que pague por lo que hizo y pues, no más palabras. Somos tres (hijas) yo soy la mayor una no pudo asistir, pero las dos que quedamos estamos aquí. Ya con estas son tres veces que marchamos y pues lo único que pedimos es justicia, que se haga justicia para que el caso no se quede impune”.
Otro contingente fue el de mujeres con discapacidad, que se ha sumado a la lucha porque también son víctimas de violencia.
La lucha feminista también tiene que ser anticapacitista
Aislinn Bello participó, en silla de ruedas, de la marcha del 8 de marzo por cuarta ocasión, la tercera con el colectivo de mujeres con discapacidad, el colectivo FemiDisca Xalapa.
Como mujer con discapacidad, dijo, es importante y necesario hacerse presentes en estos espacios “que también son nuestros”.
“Creo firmemente que la lucha feminista también tiene que ser anticapacitista pues me pasaba que en la primera marcha no veía mujeres con discapacidad y creo que es sumamente importante porque a veces se llega a pensar que por nuestra discapacidad estamos exentas a vivir pues algún tipo de violencia o abuso y eso en realidad nos hace doblemente vulnerables, entonces, pues gracias a eso fue que fui buscando a otras amigas, otras mujeres con discapacidad aquí en Xalapa y que fuimos armando este colectivo y aquí estamos en nuestra tercera marcha”.
Se trata, explicó, de mujeres con discapacidad visual, auditiva, psicosocial y, motriz que se suman a la lucha feminista.
“La verdad es que es un día que espero con muchísimo entusiasmo. Siempre veía cómo sucedían las marchas y yo quería estar aquí, entonces pues es muy emocionante para mí ponerme presente. Muchas mujeres con discapacidad no pueden salir de sus casas, estar aquí por ellas es muy significativo para mí, pues acompañarme de todas las mujeres en general con y sin discapacidad me hace sentir que estoy en un espacio seguro”.
“Mi discapacidad no hace tuya mi decisión”, sentenció y agregó que muchas veces por tener una discapacidad sobre todas las mujeres se les infantiliza.
“Se cree que no podemos tener pareja, tener vida sexual e incluso que no podemos ser madres, entonces creo que pues yo diría que eso es algo más que nos enfrentamos, que me enfrento yo también con mi discapacidad”.
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Expuso que, si bien hay mujeres que viven la situación de que no salen de sus casas, porque la información no es accesible para ellas, en el caso de las personas con discapacidad auditiva o visual, lo que provoca que haya mucha desinformación, es necesario que puedan alzar la voz.
“Y que también (les diría) que no se sientan mal por no poder salir de sus casas por no poder poner sus cuerpos aquí, porque a mí también en un momento eso era algo que me pesaba mucho el no poder estar, pero pues creo que incluso en donde ellas estén, desde su casa también de alguna forma están luchando y pues que aquí estamos por todas ellas”, agregó.