El dióxido de cloro se usa regularmente para limpiar y desinfectar, pero hoy en día hay personas que creen que tiene la cura para el Covid-19 y otras enfermedades, sin embargo, esto no es así, de acuerdo con especialistas.
Miguel Ángel Méndez Rojas, investigador del departamento químico biológicas de la Universidad de Las Américas campus Puebla (UDLA), explicó que el dióxido de cloro es una sustancia química que se ha ocupado como un desinfectante de superficies y es importante no consumirlo.
Señaló que como es un oxidante es capaz de destruir materia orgánica de manera muy rápida, por eso se utiliza para desinfectar, sin embargo, destruye bacterias, microorganismos y virus por igual sin distinguir lo que es dañino al cuerpo y explicó que destruye células buenas, por lo que si se consume de forma oral puede provocar quemaduras y puede tener al paso del tiempo consecuencias lamentables para la salud.
Mata todo, mata células sanas, y el problema es que no tiene especificidad, es un desinfectante pero no está diseñado como existe hoy en día en fármacos para tener una acción específica
Comentó que hace suponer a la gente que al entrar al organismo libera oxígeno, pero es falso, porque en su naturaleza química solo genera oxidantes para nada es oxígeno, que puede ser un riesgo si alguna persona llega a consumirlo.
Para una intoxicación con este producto, expresó el investigador que depende la edad, el peso de la persona y la cantidad que consumió, pero conlleva fallas renales o trastornos cardiovasculares debido a que es capaz de oxidar la hemoglobina e impide que pueda transportar el oxígeno en la sangre.
Francisco Arturo Ramirez Ortega, profesor titular B del departamento de biotecnología de la Unidad Interdisciplinaria de Biotecnología del Instituto Politécnico Nacional (IPN), abundó que esto genera radicales libres que al mismo tiempo inactiva virus bacterias, hongos y otros agente biológicos.
“Sin embargo como cualquier cosa novedosa, se le han atribuido propiedades que químicamente no puede tener, y se le han ocultado las propiedades tóxicas que sí presenta”, agregó.
Detalló que en dosis bajas y tiempos prolongados puede dañar la mucosa estomacal e intestinal o hacer susceptibles a las personas a úlceras, e infecciones gastrointestinales.
Pero en dosis altas y tiempos cortos lo que pasa es que destruye la flora intestinal y los pliegues intestinales mediante los cuales se absorben nutrientes.
“Puede ocasionar sangrado intestinal y daño hepático. Ya que el hígado es el que metaboliza los radicales libres”, destacó el especialista.
Debido a que muchas personas defienden el dióxido de cloro, comentó que esto podría ser un efecto placebo; sin embargo, hay personas que refieren que sí les ha ayudado en varias enfermedades.
“Hay muchas personas que se dedican a la medicina fraudulenta y están haciendo grandes negocios con el dióxido de cloro, lo venden diluido, hay personas que están haciendo grandes negocios con esto a costa de la salud de los demás”, agregó.
El docente del Politécnico exhortó a usar el dióxido de cloro para desinfectar las superficies, manos y pies; pero que no toque los ojos y menos ingerirlo, si por accidente llega a caer en los ojos enjuagar con abundante agua debido a que puede quemar la retina.