Veracruz, Ver.- Con una eucaristía, la Diócesis de Veracruz y feligreses se sumaron este viernes a la consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, tras el llamado del Papa Francisco.

Al respecto el obispo de Veracruz, Carlos Briseño Arch, explica que esta actividad tendrá doble finalidad, una es la celebración de la Anunciación del Señor y la otra pedir el cese de la guerra entre esas naciones.

“Hoy estamos celebrando la fiesta de la anunciación es decir nueve meses antes de la navidad, donde la virgen le dice si al señor y de alguna manera Dios pone su morada entre nosotros y precisamente Jesús no las entregó como madre a través de Juan para que fuera madre de la iglesia y ella nos protege e intercede por nosotros y nosotros tenemos la experiencia que vino a nuestra tierra en tiempos difíciles y por eso siempre está acompañándonos”.

“De alguna manera está relacionado con el milagro de Fátima que se pidió cuando Rusia y Ucrania eran una misma nación y ahora vamos a pedirle a Dios que consagren a las dos naciones para que mueve los corazones y cesen las hostilidades y la guerra en oración, porque estamos convencido que la oración tiene una fuerza poderosa”, explica.

Es por ello que este viernes, el Santo Padre estará llevando el acto de Consagración de Rusia y Ucrania ahora como dos naciones independientes al Corazón Inmaculado de María en la Basílica de San Pedro, por lo que convocó a todas las Diócesis del mundo y a la feligresía a que se sumen en oración.

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De esta manera, estarán realizándose misas o bien rezando del ángelus o el Santo rosario con la intención de pedir por la paz de Ucrania y del mundo.

Durante la homilía, el obispo invitó a los católicos a despojarse de odios, resentimientos, coraje, violencia, envidia y venganza.

También recomendó a los fieles presentes ser defensores de la vida en un ambiente de cultura de la muerte.