La discriminación más común que se da entre niñas, niños y adolescentes en la ciudad es por condición socioeconómica y lo que se posee o no, advirtió la Secretaria Ejecutiva del Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) Xalapa, Mercy Pérez Arévalo.
Tipos de discriminación más frecuente en jóvenes
Señaló que en términos de la relación entre los menores sobre todo en los planteles educativos, hay una discriminación por condición por clase social que es muy marcada.
"Más allá que el color, la discriminación que más hemos visto tiene que ver con lo que posees. Si no tienes el teléfono, si no tienes la ropa, si no tienes acceso a muchas cosas, ahí se marcan las principales características, sobre todo en las escuelas", dijo.
Otro tipo de discriminación es por los gustos y de cómo los niños están empezando a construir su propia identidad y personalidad.
“Y entonces ahí tenemos características muy particulares de ciertos sectores que discriminan a niños, por ejemplo, por el tipo de música, por el tipo de anime o cosas que les gustan. Entonces hay ya una clasificación previa de los niños".
Aunado a ello hay una discriminación, marco, que es por la edad y por lo que la gente no les cree.
"Si alguien les está diciendo o si un niño les dice a sus papás que hay una situación que puede ser de acoso escolar, de violencia, de lo que quiera, no le creen, la visión etaria de discriminar al niño por su edad porque probablemente no comprende, porque no sabe, porque no te está diciendo la verdad, esa es la principal".
¿De dónde surge la discriminación?
Por ello dijo que hay un reto importante para los padres de familia porque mucho de esa discriminación proviene del núcleo familiar, "muchos de los niños no conocen estas características si no fuera porque la traducción que se hace de la realidad es a través de los padres".
Explicó que cuando se tienen padres que están discriminando a otros por lo que no tienen o por cómo se ven, esto se tiende a reproducir.
"Entonces tenemos que hacer primero un ejercicio muy fuerte a términos de adultos e identificar nuestras propias formas de discriminación y de clasificación de los demás e identificarnos como los referentes clave de cómo actúan nuestros hijos", abundó.