Bernabé Zuvirie Vázquez es pedagogo y actualmente está haciendo una maestría en Estudios de Género en la Universidad Veracruzana.
Se ha dedicado a la educación superior y ha trabajado impartiendo clases en la Universidad Veracruzana, en la Universidad Veracruzana Intercultural; por un tiempo estuvo fuera, laborando en Puebla y en la zona del Totonacapan.
Cuando regresó a Xalapa inició su activismo, en los que lleva cerca de 7 años, mismos en los que ha participado en colectivos que defienden los derechos sexuales y de la diversidad sexual.
“Comenzó en 2014 a raíz de una invitación que se me hizo por parte de otros compañeros activistas donde estaba Miguel Cristales, Olivia Aguilar, Silvia Susana y Armando Arjona, ellos intentaron hacer un ejercicio de formación para personas que quisieran involucrarse en la defensa de los derechos sexuales, entonces hicieron como una especie de diplomado con varios módulos y ahí fueron capacitando a jóvenes para que politizaran su identidad sexual y salieran a la defensa de los derechos, este proyecto se llamó colectivo El Taller”.
Actualmente quedaron tres compañeros formalmente quienes siguen impulsando la agenda con otras compañeras feministas, lesbianas, mujeres y hombres trans con quienes siguen avanzando.
Consideró que los contextos han ido cambiando y no solamente la población se ha visibilizado en cuanto a los temas de diversidad sexual, sino que está más susceptible a los temas, más comprensiva, hay más información y se han abierto más espacios de discusión.
“Ha habido cambios, hay otros que están pendientes como son los marcos jurídicos y legales, por lo menos aquí en Veracruz prácticamente no tenemos nada, no tenemos ni siquiera la seguridad, no hay protocolos para cuando somos agredidos por discriminación o los crímenes de odio, no hay nada, no hay una política pública clara que nos incluya en los espacios de trabajo, que nos proteja o que haya iniciativas económicas para impulsar a todas estas poblaciones que han estado invisibilizada, el terreno que hemos ganado ha sido importante pero nos hace falta muchísimo porque es un trabajo de toda la sociedad”.
Ahora que termine la maestría, dado que le exigía tiempo completo por parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) planea seguir trabajando en tema LGBT+.
Su tema de investigación e intervención es sobre la participación de los hombres en el movimiento LGBT+ en la zona metropolitana puesto que, a su decir, pareciera que fluctúa mucho, algunas veces se visibiliza, otras veces no.
“Algo que ha cambiado es el apoyo de los medios porque han visibilizado mucho la situación, no han puesto una cortina, que digan no los vemos, al contrario, la prensa ha visibilizado mucho el tema y en el estudio que he hecho he ido descubriendo cómo se está haciendo mucha participación política, mucho activismo en ámbitos que ni siquiera nos imaginábamos y me gustaría seguir trabajando el tema, me gustaría regresar al espacio de educación superior, dar clases, pero creo que tengo un compromiso que a veces agota y es el de mantenerse en la formación, seguir trabajando con las viejas y nuevas generaciones del activismo, en sensibilizar cómo hemos ido evolucionando y qué cosas tenemos que reconocer al interior”.
Berna es soltero, vive con sus gatos y es muy cercano a su familia y de su círculo de amistades. Desde el inicio, aunque dice que para las personas LGBT no tendría que existir el salir del clóset, su familia siempre estuvo muy acostumbrada al diálogo y sus padres siempre les enseñaron a ser autónomos, tomar decisiones y hacerse responsables por lo que nunca existió ni rechazo discriminación.
“Ha pasado que son como otras intersecciones que te van haciendo que la gente te discrimine, porque resulta que no es lo mismo que seas un homosexual que vengas del pueblo de la zona indígena o que seas con ascendencia afro a que seas de piel blanca y que seas de la clase media o que seas de clara alta, burguesa, si va uno viviendo discriminación incluso en espacios como la escuela, las escuelas o los espacios educativos son ámbitos en donde es más posible el rechazo que a veces en la propia casa, en mi caso así fue”.
Así, aprovechó para invitar a la población a que se informe que vaya “desbaratando” las mentalidades respecto a la disidencias sexuales y comprenda no solo en términos de los derechos humanos sino también en la empatía, amor y comprensión “porque estamos en las familias, somos parte de la sociedad”.
"Priscila" busca romper barreras a favor de la diversidad
Jorge Armando Araujo Burgos, quien en 2020 tuvo la oportunidad de ser la reina de la Diversidad Sexual en el carnaval de Izamal, Yucatán, donde personificó a Priscila, considera que a unos días de que en Yucatán se aprobara el matrimonio igualitario, se han empezado a abrir las puertas para la comunidad LGBT+.
Por otro lado, Jorge Armando es director de la primera dirección de Diversidad Sexual de Yucatán, gracias a la apertura del alcalde Warnel May Escobar en el pueblo mágico de Izamal donde los integrantes de la comunidad LGBT+ aún sufren de homofobia y discriminación.
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En esta nueva dirección tiene ante sí un gran reto, pues su comunidad ostenta el tercer lugar en VIH, además en su natal Yucatán los apoyos no llegan a empresarios, artesanos, cocineros de la comunidad, lo que él pretende hacer una realidad.
A sólo unos días de que en Yucatán se aprobara el matrimonio igualitario y de que en Izamal se creara la primera dirección de la Diversidad Sexual del estado, lo único que los integrantes de la comunidad buscan es el respeto y el trato igualitario, explicó en entrevista vía telefónica, pues en pleno siglo XXI aún hay mucha gente que no lo ve así.
La inclusión, dijo, también se ha extendido hacia los niños con capacidades diferentes del Centro de Atención Múltiple (CAM), quienes también tuvieron su carnaval, pues no importó que no contaran con todas las destrezas, lo importante aquí fue poner de manifiesto su derecho a ser incluidos en los festejos.
Falta de inclusión
Si como Armando se ha ganado el afecto de la gente, como Priscila ha sufrido discriminación, pues incluso en su familia surgieron dudas sobre su caracterización como mujer, en el pasado carnaval, y se preguntaron si después del carnaval seguiría vistiendo femeninamente.
Armando, quien desde 2015 trabaja en el Ayuntamiento, desde donde ha participado en los carnavales, recordó que caracterizarse como mujer a los 24 años con la ayuda de diseñadores, maquillistas y peinadores profesionales, así como de su familia que estuvo en primer lugar respaldándole, rompió muchas barreras porque Izamal es un lugar aún muy cerrado, donde muchas de las familias no aceptan en su seno a personas con distintas preferencias sexuales, por lo que tienen que vivir “una mentira”.
Para él caracterizarse como mujer no representa una burla hacia ellas sino más bien un tributo, por lo cual su personaje de Priscila no se quedó sólo como la reina del carnaval, sino que le ha permitido ir a otros programas para apoyar el consumo local ante las bajas ventas que tenían los productores del lugar. “Ya se quedó Priscila, quien no sólo fue la reina de la Diversidad Sexual, sino que es un personaje cuya misión es apoyar”.
Durante el performance, en el que él caracterizó a la cuarta reina de la diversidad sexual, la ovación del público no se hizo esperar; además le dio la oportunidad de contar la confianza de quienes le conocen para ayudar a las personas que resultaron inundadas por una tormenta que les cayó en plena pandemia.
“Hemos hecho mucha labor social con el grupo de amigos que tengo, todos nos conocemos, se publica en Facebook y salimos a ayudar a los demás, pues para eso estamos”, añadió.
Izamal, tercer lugar con VIH en Yucatán
En Izamal nunca se ha hecho una marcha del orgullo gay, tampoco se han hecho campañas de prevención de las enfermedades venéreas, mucho menos ferias de salud y de otros temas para que los integrantes tengan acceso a la información y se muestren como las personas valiosas que son.
Por otro lado, destacó, Izamal ostenta el tercer lugar en VIH Sida en el estado, “las tumbas ya son muchas”, por lo que se trata de hacer reflexionar a las personas para que tengan una sexualidad más sana. “Hay que hacer conciencia sobre el cuidado de la salud, no sólo contra el Covid-19, sino también el Sida, por lo que he estado buscando el apoyo de algunas organizaciones para que vengan, den charlas, talleres, se hagan pruebas a la población”.
Como parte de su primera actividad organizó una mesa de debate con la presencia de tres personas transexuales quienes compartieron su experiencia sobre cómo perdieron el miedo a ser juzgados, pues es uno de los más fuertes al que se enfrentan cuando inician su transformación.
“A mí desde hace seis años no me importa qué dirán, porque quiero ser feliz y como para lograrlo tengo que ser yo mismo, desde que salgo de mi casa trato de que no me afecte el que dirán”.
En Izamal falta mucho por hacer, en cuanto al respeto que requieren, pues no le hacen daño a nadie, no faltan el respeto a nadie ni le quitan nada a nadie, puntualizó, “lo único que queremos es ser nosotros mismos con los mismos derechos que tienen los demás ciudadanos”.
Con información de Celia Gayosso | Diario de Xalapa