Sara González Martínez tiene 77 años y pese a sus enormes ganas de votar no puedo hacerlo. En las casillas a las que acudió la daban por fallecida según la lista nominal.
Desde muy temprano salió de su casa esperando poder ejercer su derecho y poder ser partícipe de “la cuarta transformación del país”, pues confesó que su voto sería para los candidatos de Morena. No pudo lograrlo.
Ella vive desde hace muchos años en Xalapa, específicamente en la colonia Luz del Barrio. Si bien confiaba en que no tendría mayor complicación para votar, al acudir a su casilla le dijeron que no aparecía en la lista nominal y la mandaron a las “especiales” instaladas en la Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen”, donde tampoco tuvo suerte.
“Me dijeron que no aparezco ahí, yo vivo ahí y mi credencial está actualizada. Me dijeron que viniera a esta casilla especial y aquí me dijeron que no estaba en la lista, que me daban por fallecida”, añadió.
No hubo nada que hacer, según Sara “hasta en la computadora” revisaron los representantes de casilla y no podía votar. Aun con ello, con una sonrisa en el rostro, no le quedó más que decir “ya ni modo”, un voto menos para Morena.
En el Centro de Alta Especialidad “Dr. Rafael Lucio”, desde antes de las 8 horas Laura Figueroa y su madre Laura Domínguez, quienes trabajan en el área administrativa, hacían fila para poder votar. Aunque empezaban a trabajar justo a las 8, valía la pena entrar unos minutos tarde y, en este caso, una hora más tarde, porque la casilla no se instaló puntual.
En cada elección se instala una casilla especial en ese nosocomio donde pueden sufragar únicamente personal médico, trabajadores, pacientes en posibilidad de hacerlo y sus familiares.
“Nos avisaron desde el jueves que habría una casilla aquí y consideré importante hacerlo porque es una obligación que tenemos como ciudadanos”, dijo.
Junto a ella estaba su mamá, también esperando votar. Así, confiesan que aunque no coincidieron en elegir a los mismos candidatos han aprendido a respetarse y todos los miembros de su familia votaron.
Dijeron que la discusión por los mejores candidatos “se puso intensa” aunque al final, todos fueron respetuosos y se mantuvieron unidos. No importó entrar tarde a la oficina este domingo. Emitir su voto y luchar por defenderlo valió la pena para ellas y otros millones de mexicanos.