¿Donar órganos en Veracruz es un tabú? No para todos; conoce la historia de Karla Niño Maldonado

El padre de Karla Niño le contó a Diario de Xalapa la historia que vivió al saber que había perdido a su hija y la decisión de donar sus órganos

Ingrid Ruiz | Diario de Xalapa

  · martes 27 de septiembre de 2022

La donación de órganos en Veracruz es un tabú, por eso se creó el Día Nacional de Donación Trasplante de Órganos y Tejidos | Foto: Cortesía | Pexels

Veracruz, Ver.- Un accidente de moto le arrebató la vida a Karla Mayrin Niño Maldonado cuando ni siquiera había llegado a los 18 años, pero la decisión de sus padres de donar sus órganos, le regaló vida a siete personas más.

Iván de Jesús Niño Arano abrió su corazón para Diario de Xalapa para hablar de su hija, quien ya no está presente en este plano terrenal pero sus órganos ayudaron a que otras personas pudieran recuperar la salud a través de una donación múltiple.

Relata que un mes después de cumplir 17 años, su hija sufrió un accidente de moto y aunque no murió al instante algunas secuelas provocaron su deceso cuatro días después.

Recuerda que en algún momento de la vida su hija habló acerca de donar sus órganos, pero el simple comentario no fue aceptado, ya que como padres esperan que los hijos vivan por muchos años, sin imaginar que la vida de su princesa terminaría antes de llegar a la mayoría de edad.


UN MILAGRO

Dentro del caos fue un milagro, porque los doctores coincidían que ella debió haber muerto en el momento del impacto, pero ella despertó, reaccionó, incluso pude hablar con ella hasta que perdió la razón, se desconectó su cerebro con su cuerpo (..) quisimos mantener vivo el recuerdo a través de un gesto que ella misma propicio, expone.

Explica que en el momento que se les notificó la muerte de su hija, el doctor preguntó a ambos padres si querían hacer la donación y aunque se trató de una difícil decisión, al final aceptaron.

En la actualidad, Iván desconoce quiénes fueron los beneficiarios de los órganos, pero confía en que algún día pueda abrazarlos, sobre todo mirar los ojos de su vida que habitan en alguna persona.

Por protocolo no nos permiten contacto con los beneficiarios para que no se preste a malas interpretaciones, pero obviamente tenemos el deseo de que algún día ver a las personas que se quedaron con los ojitos de Karla, quien se quedó con su riñón porque es una manera de pensar que ella sigue aquí, viviendo a través de ellos, quisiéramos abrazarlos y tener algún contacto, esperamos que algún día de alguna manera”, expresa.

El entrevistado aclara que aunque hubo la aceptación de donar todos los órganos, sólo seis o siete fueron utilizados ya que partes como el corazón no se pudieron salvar.


LA VIDA DE KARLA


Karla cursaba la licenciatura en manejo de alimentos, era una chica muy deportista que soñaba con convertirse en influencer dando tutoriales de maquillaje.

A mi hija le gustaba cantar, le gustaban las flores, el maquillaje, la gente la conocía a través del deporte, la danza, muchas personas la quisieron porque mi hija fue una niña muy feliz y esa felicidad la manifestaba dándole amor a las personas, le gustaban los animales, agrega con mucha emoción.


DONAR PUEDE SALVAR VIDAS


Asegura que la relación como padres con Karla siempre fue muy buena e incluso tuvo un vínculo muy fuerte con su hermano pequeño quien siempre la recuerda diciendo que está en el cielo.

En el marco del Día Nacional de Donación Trasplante de Órganos y Tejidos, Iván habla de la poca cultura de donación que tienen los mexicanos, pues refiere que su hija fue la quinta persona en donar sus órganos, según lo que le revelaron los doctores.

En ese sentido hace un llamado a las personas a sensibilizarse y convertirse en donadores para darle vida a otras personas.

Podemos salvar muchas vidas, mi niña salvó a siete pero tan solo para riñón los doctores hablaban de más de 20 mil en espera, yo exhorto a la gente que se informe, que lo piense, podemos dejar un legado de amor”, menciona.


Iván de Jesús Niño Arano abrió su corazón para Diario de Xalapa | Foto: Cortesía | Iván de Jesús Niño Arano