Ubicados en el centro histórico de Xalapa hay dos establecimientos donde día a día hay un trabajo que evoca el pasado y donde se recuerda que tras el concepto de farmacias están las boticas y las droguerías, las cuales se resisten a desaparecer.
¿Qué droguerías se pueden encontrar en Xalapa y qué productos ofrecen?
La Esperanza, en Revolución 135, y la Botica Nueva, en Altamirano 41-A, son lugares donde es posible encontrar aceites y bálsamos, tinturas, pomadas, cremas y esencias.
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También hay fijadores para cabellos, herbolaria, tratamientos capilares, medicinales para tomar y para untar, solo por mencionar algunos productos.
¿Cuál es la historia de La Esperanza?
Como lo marca la ley, La Esperanza, que además de farmacia es droguería, cuenta con un responsable sanitario; su nombre, QFB Zoé María Córdoba, aparece en los frascos de plástico de distintos tamaños donde expenden desde lo más conocido como el aceite de coco, hasta nombres raros, como el agua de vegeto.
Aunque no se sabe la fecha exacta de su inicio, está considerada como una de las farmacias con mayor antigüedad en la capital del estado. Ha estado activa por más de 60 años.
¿Pero qué la distingue? La realización de fórmulas magistrales recetadas por médicos y los preparados químicos tradicionales. Tiene fórmulas muy específicas y también un extenso surtido de productos químicos en polvo, a granel.
En uno de los mostradores, despiertan la curiosidad los frascos que contienen lociones de rosas, de tabaco, de sándalo, lavanda y nardo, en colores llamativos que van del terracota al azul turquesa, pasando por el amarillo mostaza y el verde limón.
Aunque no hay una persona que comparta datos históricos, La Esperanza, dicen algunos de sus clientes, “es un referente en la ciudad. Tal vez no compres, pero si te dicen que en la farmacia del Árbol, te ubicas porque te ubicas”.
¿Que productos se pueden encontrar en la Botica Nueva?
En cuanto a la Botica Nueva, tampoco hay fecha exacta de su inauguración en Xalapa pero sí una curiosa historia. Se trata de una sucursal cuya matriz está en Guadalajara y fue fundada en 1874 por el químico farmacéutico Antonio Gutiérrez Esteves.
Según los datos oficiales, “su gran pasión por la preparación de píldoras, ungüentos, gotas, polvos, vinos, tónicos y antisépticos, entre otros, lo llevó a morir prácticamente detrás del mostrador en 1927, a la edad de 85 años”.
Botica Nueva pasó a manos de sus hijos José, Francisco, Manuel Gutiérrez Mejía, y vinieron tiempos de cierre y reapertura. Se sabe que dos generaciones después, el bisnieto del fundador, Francisco Gutiérrez Pinedo, reabrió el negocio y lo hizo prosperar con sucursales en varias partes del país, uno de ellas, en Xalapa.
En Altamirano, el establecimiento pasa desapercibido para muchos, pero si se pone atención, a primera vista hay un estante vetusto de madera con una gran cantidad de frascos.
En este sitio hay pomadas, cremas, extractos, esencias, perlas de éter y bacalao, lociones, bálsamos y distintos tratamientos para espinillas y acné, manchas de sol, úlcera gástrica, hongos, caída y, por supuesto, para el mal olor de pies y la caída del cabello.
Extractos de fucus, de wereque, de hidrastis, de hamamelis y de belladona es un poco de lo que se puede hallar a precios accesibles.
¿Cómo fueron sus orígenes?
Tanto La Esperanza como la Nueva Botica son una continuidad de boticas antiguas como la de “Santo Domingo”, que fundó en la ciudad Ildefonso Trigos, en la calle Enríquez.
Directorio antiguo permite saber que en la ciudad también operaron las boticas y farmacias tradicionales “El Calvario”, en Revolución 133; “San Antonio”, en Juárez, y “Mercado”, en Lucio 92.
Otros establecimientos fueron “Del Carmen”, en Madero 75; “Pasteur”, en Revolución 45; “Reforma”, en Enríquez 55; “Central”, en Díaz Covarrubias y Mata, y “Lucio”, en la esquina de Lucio y Juárez.