Veracruz, ver.- Es necesario que los primeros años del niño se fomente la cultura de respeto hacia los demás y se le pongan limites, consideró Carlos Briseño Arch, obispo de la Diócesis de Veracruz.
A unas horas de celebrarse el Día del Niño en nuestro país, el prelado, recuerda que las y los niños son el futuro de la nación y por ello es importante que se les eduque con firmeza para evitar crear "monstruos" que no saben estar en sociedad.
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El ministro de la iglesia católica, subrayó la importancia de que los padres encausen a los hijos desde que están pequeños, pues ya mayores es muy difícil.
“A un niño no hay que dejar que haga lo que quiera, hay que educarlo para que haga cosas que lo hagan crecer, si se deja que haga lo que quiera, y no se le pone un límite pues lo hacen un moustro, al rato que crece ya los padres no lo pueden controlar”.
“Entonces es muy importante que desde pequeño y se lo digo a los papas cuando los estoy confirmando, ustedes están en la edad oro, porque cuando están en la etapa de niño se le puede moldear”.
¿Por qué los valores son importantes en la infancia?
El ministro de la iglesia católica señaló que esta educación debe ir acompañado de valores a fin de lograr una convivencia sana y constructiva no solo con la sociedad sino también hacia el interior de la familia.
Se pronunció por quitar esa idea equivoca que educar es sinónimo de tiranía, pues insiste que no puede dejar que el niño haga lo que quiera, debe haber un equilibrio.
"Ni la tiranía ni la anarquía; tener una relación con los hijos que ellos sepan respetar a los padres, porque no son amigos de los papás ni son iguales, los papás están en un nivel y ellos en otro. Tiene que haber un respeto, y eso de que un niño le grite a un padre y que el padre permita que el niño haga esa falta de respeto a su padre o a su abuelo o a quien sea, no", puntualizó el obispo de Veracruz.
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De esta manera sugirió no caer en los extremos y en el caso de los hijos hay que corregir pero siempre respetándolos, es decir, sin causar algún tipo de daño físico o mental, pero siempre haciéndoles ver lo que hizo o quiere hacer mal no está bien.
"Corregir y llamar la atención pero con caridad, con amor, que la persona se sienta que es amada, no que es juzgada, ésa es la clave de todo esto; así no caemos en una anarquía ni en ser tiranos.
"Desgraciadamente no hay ningún control, lo he dicho muchas veces, no hay ningún control por parte de los papás, ya no digo de los medios de comunicación, porque ellos se dedican a vender lo que más vende, que es la violencia”, finalizó el sacerdote.