Xalapa, Ver.- El arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, insistió en que el aborto es una tragedia porque se desune a la mamá de su hijo y se hace que pierda la vida.
“La dependencia que tiene un bebé en el vientre y después ya en sus primeros años, de su mamá, si el bebé está apegado a la mamá y a través del cordón umbilical está succionando todo lo que necesita para su crecimiento, su desarrollo, primero como feto hasta que se va formando todo un bebé, entonces es como subsiste y como da fruto, tanto la mamá como el pequeño bebé que su trabajo en ese momento, es su desarrollo, su crecimiento humano”, dijo.
En su homilía dominical en la Catedral Metropolitana de Xalapa explicó que, dado que el bebé todo lo va recibiendo de su mamá, tiene que estar siempre unido a ella.
“Por eso es una tragedia el aborto y esas cosas porque es de repente desunirlo completamente de la madre y hacerlo perder la vida, a un bebito o una bebita; pero es otro de los ejemplos que podemos decir de cómo la unión es tan indispensable, tan necesaria”, añadió.
Agregó que se dice que Jesús es el esposo de la iglesia y si ésta permanece totalmente unida a Jesús, entonces da muchos frutos y buenas obras.
“Pero tiene que estar unida a Jesucristo a través de la gracia y del cumplimiento de los mandamientos. Ese es el criterio y testimonio de decir, sí se está unido, eso es lo básico. Todos nosotros por el bautismo recibimos el ser hijos e hijas de Dios y por eso estamos unidos a Jesucristo y al padre por Jesucristo en el Espíritu Santo y cómo se va a verificar eso, por las obras que realicemos”, dijo.
Además, señaló que la biblia establece que no se ame solo de palabra sino con las obras y con la verdad, “a mi me agrada que estén los hermanos de Cáritas porque es una expresión de las obras que se realizan en la iglesia de toda la preocupación por los más necesitamos, pero es hermoso cuando vemos que hay caridad y amor para con los más sufrido y necesitados, así es como se dan estos frutos”.
Asimismo, el prelado sostuvo que todo matrimonio necesita estar apegado y unido a Jesucristo y por él al padre en el espíritu santo, pues de otra forma no se puede vivir en unidad y fidelidad propias del matrimonio.