Tras casi 3 décadas de trabajar arduamente para lograr tener uno de los negocios de antojitos de Xalapa más populares, doña Alberta Carmona Calderón confiesa que no hay más secreto para lograr el éxito que la tenacidad y compromiso.
El Arlequín, ubicado en Rubén Bouchez, por el teatro del Estado, relata que empezó con un puesto de empanadas, tostadas, enchiladas y picadas hace 29 años en la puerta de su calle en la calle Jaime Nunó, solo los sábados y domingos.
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¿Cómo llegó El Arlequí al éxito que es ahora?
Pero como siempre le ha gustado progresar y luchar por más, alguien le ofreció el local en la zona del Teatro del Estado y después de pensarlo aceptó; “empecé con desayunos, pero no jalaron y fue que empecé a meter antojitos y ahí fue donde empezamos a subir porque puro desayuno y comidas no era”.
De sus antojitos, comenta que a los clientes les encantan las empanadas de queso, pollo, champiñones, picadillo, queso, huitlacoche, pero también las tapadas de frijol con chicharrón que son al comal, son un éxito.
Explica que sus antojitos son fritos, pero también tiene al comal como son las picadas surtidas que van con pollo queso y chicharrón y los desayunos.
Doña Alberta resalta que uno de los platillos que más se vende es la salsa de huevos con frijoles, a los xalapeños les encanta este tipo de preparación.
Tanto a clientes de fuera como de Xalapa les encanta la salsa de huevo de color verde, roja o de chile seco, “no puedo decir me secreto, pero son un éxito, porque lo piden mucho cada día”.
Del aumento a sus insumos, recalca que claro que le ha pegado como a todos los negocios de comida, pero ella tienen como regla subir precios solo una vez al año y así se mantienen para no afectar a sus clientes y que sigan yendo al Arlequín para disfrutar de alimentos preparados con higiene y mucho corazón de quienes laboran en este establecimiento.
¿Cómo ha cambiado la administración del negocio?
Tras muchos años de trabajo diario, expone que ahora el negocio lo lleva su hija quien ha metido platillos como chilaquiles verdes, rojos, huevo con jamón, enfrijoladas, sándwiches y quesadillas que han pegado muy bien en el menú.
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Explica que la vida ya le permitió encabezar su negocio, pero ahora tiene darle oportunidad a su hija para llevar el negocio, “porque hay que descansar para disfrutar un poco más de lo hecho por tantos años”.
Recuerda que durante la pandemia tuve que cerrar por cuatro meses, pero volvieron a empezar y aquí seguimos luchando por mantener a los clientes.
Expone que para subsistir empezaron a publicitarse en redes sociales y a recibir pedidos así, así que ahora tienen el servicio a domicilio lo que les ha permitido seguir porque las familias utilizan mucho este medio para pedir comida.