En Xalapa es común hablar de los populares callejones del Diamante, Jesús te Ampare, Rojas y El Infiernillo, pero poco se menciona al de Miguel Barragán, que está catalogado como un Patrimonio Histórico.
El callejón, que se ubica entre Zaragoza y Morelos, en el centro de la ciudad, se conserva como una calle empedrada y casas con tejados que rememoran la capital del estado de la época colonial.
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En primavera, un sinnúmero de personas se detiene para tomarse fotos, pues cobran especial atractivo sus bugambilias color fucsia, actualmente en periodo de floración. Pero el callejón es más que eso.
Datos históricos indican que donde está situado hay vestigios de uno de los manantiales que proveía de agua a la población en tiempos pasados. Se trata del Tecuanapan y, a pesar de las altas temperaturas, en la segunda semana de abril es posible ver cómo corre el agua.
Este manantial, que fue adaptado para llegar a la “Fuente de San Cristóbal”, no tiene suficiente líquido para mantenerla activa, pero sí se convierte en un sitio aprovechado por algunos paseantes con el fin de refrescarse en días calurosos.
Estas mismas personas manifiestan la necesidad de “darle una manita de gato”, pues la fuente tiene algunas pintas y la pintura del muro no está en las mejores condiciones; a pesar de ello, consideran que es un callejón “bonito”, con buenas vistas de la ciudad.
Y es que la calle Barragán está donde fue conocida como “la barranca” para después asignarle el nombre de “San Cristóbal”. Una de sus vistas es hacia la escalinata localizada a un costado del Palacio de Gobierno.
Otro de los detalles del callejón es un cuadro pictórico cerca de la fuente donde se puede ver a San Cristóbal con un niño en hombros, a quien ayuda para cruzar un río; el pequeño sostiene en las manos una esfera que simboliza el mundo.
El río podría ser cualquiera, pero en este lugar está ligado con el Tecuanapan, llamado también como “río de las fieras”; se sabe que pasa por el parque Juárez y desemboca en el paseo de Los Lagos.
En algunos documentos se menciona este manantial, en tiempos en los que aún no existía el parque Juárez pero sí el Convento Franciscano de la Natividad de Nuestra Señora.
¿Qué más se puede encontrar en el callejón de Miguel Barragán?
Quien visite el callejón de Barragán también puede conocer la que fue la casa del folklorista más importante del estado, Miguel Vélez Arceo. En Barragán número 7, las ventanas permanecen abiertas tras el deceso del investigador y coreógrafo.
No se trata de un museo, sin embargo, los familiares mantienen intacta la sala donde el artista creó algunos de los programas más representativos del folklore de Veracruz y de distintas entidades del país.
Otra alternativa es caminar hacia la parte de atrás de Barragán, donde se encuentran las Cuatro Virtudes, obras del escultor Enrique Guerra, aunque esa es otra historia y otro paseo por descubrir o redescubrir.