El cuerpo no es para fornicar: Arzobispo de Xalapa

Expuso que ya no hay respeto por el propio cuerpo ni por el cuerpo de las otras personas donde entra la prostitución, la fornicación y el adulterio, así como la homosexualidad y el abuso de menores

Ariadna García | Diario de Xalapa

  · domingo 17 de enero de 2021

Foto: Eduardo Murillo | Diario de Xalapa

Xalapa, Ver.- El arzobispo de Xalapa Hipólito Reyes Larios criticó que actualmente el cuerpo se vea únicamente para disfrutar y ejercer la sexualidad pero que además sea lastimado con otras cosas como las drogas, el alcohol o la violencia.

En su homilía dominical en la Catedral Metropolitana de Xalapa afirmó que el cuerpo no es para fornicar sino para “servir al Señor”.

“Hoy nosotros podríamos decir que vivimos en un ambiente muy paganizado, donde el cuerpo se ve para disfrutar la sexualidad, para ejercerla como sea, con quien sea, donde sea, se vale de todo, es un libertinaje absoluto”, dijo.

Expuso que ya no hay respeto por el propio cuerpo ni por el cuerpo de las otras personas donde entra la prostitución, la fornicación y el adulterio, así como la homosexualidad y el abuso de menores.

“Tantas cosas que tenemos muy tremendas en nuestra sociedad y a veces también hasta en la iglesia, esa es la realidad que tenemos, por lo mismo nosotros tendríamos que vivir los mandamientos sobre todo el sexto y noveno, que dicen no fornicarás, no cometerás actos impuros, y el noveno no desearás a la mujer de tu prójimo o al marido de tu prójima que es el adulterio, nos lo presenta como algo muy importante, hay que cuidar el cuerpo”, añadió.

Sin embargo, señaló que no solo con la sexualidad se daña el cuerpo dado que existen otras formas como el alcohol exagerado o las drogas, “cuánta gente se destruye por ingerir drogas y en poco tiempo, acaban con su cuerpo, acaban con su vida”.

A esto se suma, añadió, lo que se observa en las noticias de personas que destruyen el cuerpo de los demás, “encontramos que por ahí dejaron la cabeza colgada y el cuerpo se encuentra en otro lado, que fue desmembrado, que fue asesinado, que fue martirizado y es en todos en hombres y mujeres. A veces la violencia empieza en la propia casa y se manifiesta más en el cuerpo, por eso se debe valorar el cuerpo porque es lo que Dios nos ha dado y es como el templo donde habita el espíritu y donde el espíritu se encuentra con Dios”.

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