El pueblo necesita de la Guadalupana; hay sufrimiento, extorsiones e inseguridad

El párroco de la Catedral de Xalapa, Roberto Reyes, afirma que el pueblo está necesitado de la virgen María de Guadalupe porque hay mucho sufrimiento

Ariadna García | Diario de Xalapa

  · domingo 12 de diciembre de 2021

Foto: David Bello | Diario de Xalapa

El párroco de la Catedral de Xalapa, Roberto Reyes Anaya, afirma que el pueblo está necesitado de la virgen María de Guadalupe porque hay mucho sufrimiento, no se respeta la vida del no nacido, y hay asesinatos, extorsiones e inseguridad.

“Hoy nuestro pueblo también está necesitado, hoy sigue habiendo mucha gente que sufre, que tiene necesidad, mucha gente ofendida, hoy en nuestro pueblo, no se respeta la vida del más inocente, del no nacido y por consecuencia no se respeta en el futuro la vida de las personas”.

Foto: David Bello | Diario de Xalapa

En su homilía dominical dice que diariamente se escucha de asesinatos, extorsiones e inseguridad, lo cual es conocido por la virgen de Guadalupe.

“En esa situación debemos clamar a ella y en esa situación, ella siempre está presente entre nosotros, no nos abandona porque es nuestra madre, y una madre no abandona a sus hijos, pero habría que ver si no es que nosotros abandonamos a nuestra madre y actuamos sin ella y no seguimos su enseñanza y sus indicaciones para poder hacer crecer en medio de todas las situaciones nuestra fe cristiana”.

El sacerdote recuerda que la virgen de Guadalupe le pidió a Juan Diego, “ve ante el obispo y dile que me construya en este cerro una casita donde pueda manifestar ese amor hacia todos los hombres y se construyó esa casita físicamente, ahí está su casita en el Tepeyac, la basílica de Guadalupe, una casa que recibe miles de personas en este día y millones de personas durante todo el año”.

Sostiene que es ahí donde María acoge todas las intenciones y necesidades y las presenta a su hijo; además criticó que, aunque se permite la realización de mítines y otros eventos masivos, los eventos religiosos son vigilados y restringidos.

“Pero en este tiempo, sea por lo que sea, por los cuidados o por muchas otras cosas, abandonamos a nuestra madre, restringimos el acceso para poder celebrar a sus pies y presentar nuestras necesidades, muchas peregrinaciones se frustraron, puede haber mítines y otras cosas, pero los eventos religiosos, vigilados (…)”.

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