El reino de Dios se puede comparar con la semilla que el papá deposita en el vientre de su esposa y que poco a poco va creciendo hasta llegar a consolidarse como un ser humano, dijo Hipólito Reyes Larios, arzobispo de Xalapa.
Durante su homilía de este domingo, el prelado dijo que “hoy que celebramos el Día del Padre se puede comparar el reino de Dios a la semilla que el papá deposita en el vientre de su esposa, esa semilla sabemos que se llama espermatozoide y se junta con el óvulo de la esposa y cuando se une se anida en la matriz y en el útero y ahí comienza el desarrollo del bebé”. Indicó que sin que los padres se den cuenta, el bebé empieza a crecer y se va desarrollando en el vientre materno.
“Algunos de los grupos que defienden la vida a capa y espada nos enseñan las etapas de la vida de un bebe desde las primeras semanas hasta el desarrollo de los nueve meses; sabemos que el desarrollo es poco a poco y que es una vida nueva la que se forma, un bebé que tiene todos los derechos y el principal de ellos es el de nacer y vivir”, señaló.
A los padres presentes en la Catedral de Xalapa les dijo que ellos poco a poco ven cómo sus hijos se van desarrollando poco a poco con cuidado, alimentación, abrigo, armonía y sobre todo amor. “Todo ello va haciendo que los niños crezcan de una manera hermosa hasta que se hacen unos jóvenes y así sigue la vida”, aseveró.
Refirió que Jesucristo manifiesta que los inicios del reino de Dios son muy sencillos y humildes y que esas características son las que deben regir la fe cristiana. “Tenemos que confiar que Dios es nuestro Padre y que nosotros somos sus criaturas, que él es el que nos da la vida a través del amor de nuestros papás”, aseveró. Hipólito Reyes Larios aseveró que en una familia es muy importante la presencia del padre y que el amor que ellos manifiesten hacia sus hijos y la solidez con que los eduque se reflejará en la vida adulta de los niños.