Xalapa, Ver.- La contaminación del río Sedeño no cesa, ya que en el territorio de Banderilla y Xalapa las aguas negras y basura son integrantes del agua que pasó de ser cristalina a turbia.

Tras un recorrido realizado por Diario de Xalapa se pudo observar que neumáticos, pedazos de bolsas, lonas completas y hasta ropa se encuentran atorados en el afluente que permanece contaminado.

Aunque las autoridades han realizado múltiples esfuerzos para sanear el río, el daño que se ha generado por años permanece y al parecer va en aumento. En kilómetros a la redonda el mal olor de las aguas negras es percibido, debido al cúmulo de residuos que han creado una nata de color gris y espuma sobre el agua.

El escurrir de los residuos es constante, sin embargo, la corriente del río no es suficiente para permitir que el agua se torne limpia. Aunado a ello se debe considerar que el afluente recibe agua con apariencia turbia del arroyo Nahualapa, proveniente de La Martinica y el cual, al parecer, también está contaminado.

Esto debido al color café del agua, que por momentos está acompañada de residuos como bolsas, cartones y plásticos de varios tipos. La contaminación se registra principalmente a la altura de la colonia Ampliación La Haciendita y de la reserva El Tronconal, donde la basura se encuentra en el cauce del río.

Percibir el río Sedeño en estas áreas es casi imposible, ya que la hierba ha crecido considerablemente. En los espacios a los que se puede tener acceso se pueden observar tuberías de drenaje, al parecer de viviendas cercanas porque son poco gruesas.

ALGUNOS DATOS

Cabe mencionar que uno de los intentos por limpiar el río Sedeño es la planta de tratamiento de aguas residuales “Quetzalapan-Sedeño”, que inició funciones en 2012. Para esta planta se requirió de una inversión de 16.25 millones de pesos del gobierno federal y 8.75 millones de pesos del gobierno estatal.

En ese entonces se informó que Banderilla, conurbada con la capital veracruzana, no trataba un sólo metro cúbico de aguas residuales y que iban a dar al río más de 3 millones de litros de agua insalubre.

La contaminación que registra el río en su paso por Banderilla afecta a 55 kilómetros de la cuenca alta del Sedeño, por lo cual habitantes de Xalapa, Emiliano Zapata y Actopan obtienen el líquido con pocas posibilidades de que esté limpio.