Xalapa, Ver.- En medio de la mancha urbana xalapeña podrían existir vestigios arqueológicos en el área natural protegida (ANP), llamada “El Tejar-Garnica”.
Desde el mes pasado vecinos de la zona han empezado a trabajar arduamente para desmalezar las cuatro hectáreas donde se presume que existe un asentamiento prehispánico. Para ello compraron máquinas, otras les fueron donadas, pero aún les hacen falta manos para ese trabajo.
Los vecinos aseguran que ya tenían conocimiento de esos vestigios, pero a petición de algunos habitantes del fraccionamiento El Tejar se hizo una solicitud en 2014 al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para que inspeccionara el sitio y determinara si efectivamente existe allí un asentamiento prehispánico.
Ellos determinaron que sí, (pero) no saben la edad. Nosotros lo que estamos haciendo es desmalezando esto para que los arqueólogos entren a trabajar y determinen la edad y busquen algo más concreto Fidel Valencia Días. Desde 1998 trabaja en el rescate de ese espacio
Desde hace cinco años se han hecho las gestiones ante las instancias correspondientes y las acciones han ido tomando forma a partir del año pasado, pues se ha empezado a unir un sector más grande que involucra a vecinos del fraccionamiento El Tejar y de la colonia Álvaro Obregón, en colaboración con la Secretaría de Medio Ambiente, el INAH, El Semillero Empresarial para el Desarrollo de México AC, el Colegio de Arquitectos en el Estado de Veracruz, AC, delegación Xalapa, y el Colegio de Ingenieros Civiles de México.
Uno de los vecinos, que es conocedor de las zonas arqueológicas, es de los más convencidos de que allí existe un asentamiento prehispánico.
Aseguran que hay montículos, piedras con ciertas características y hasta un campo de pelota prehispánica que sirven de evidencia de lo que podrían ser vestigios arqueológicos.
Obviamente tiene yerba, maleza; no se logra observar en su expresión clara, pero como vamos desmalezando se van viendo formas. Ahora sólo hay piedras, pero rascándole debe haber más evidencias
Ello ha provocado que un arqueólogo del INAH esté haciendo visitas semanales al sitio y que se lleve muestras de piedras o cerámica, que servirán para documentarlo para la investigación posterior, dijo.
Incluso apuntó que hay piedras del lugar que están localizadas vía satélite con lo que se está cumpliendo un protocolo que permitirá posteriormente descifrar lo que se ubica en esa ANP.
“La limpieza y cuidado del lugar siempre se ha hecho. Se han mantenido unos senderos de donde conseguimos un espacio para la cancha, hay unos senderos que circundan. Se puede caminar, trotar y andar en bicicleta”, agregó.
Una vez concluida la limpieza del sitio, se espera que haya un arqueólogo “de planta” por tres meses y se hagan las excavaciones o el protocolo que deban seguir para el descubrimiento de ese lugar que sería un centro arqueológico.
Con ello se busca que las personas conozcan “El Tejar-Garnica” y deje de ser un sitio donde se cometan fechorías y se vuelva un espacio de esparcimiento seguro, para lo que incluso han colocado mallas y se instalará un módulo de la Secretaría de Salud Pública.
Aunque admitió que el arraigo por ese sitio ha hecho de ese trabajo una “idea romántica” de lo que podrían encontrarse, dijo que serán los expertos quienes determinen lo que en realidad existe en esa área verde ubicada muy cerca del centro de la ciudad.
SEDEMA
La Sedema otorgó permiso para iniciar trabajos de carácter arqueológico en esta zona, con lo que se contempla además la vigilancia y asesoría para no impactar negativamente el medio ambiente del ANP.
Así, coadyuva en esos trabajos de carácter arqueológicos y las labores que tienen que ver con la limpieza y vigilancia de tala de árboles en esta zona, en la cual vecinos solicitaron al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que realizara trabajos de investigación.
Ese rescate contempla el sacar a la luz vestigios arqueológicos que fueron determinados con anterioridad —en el dictamen expedido por el INAH el 4 de abril de 2014— y que se encuentran en cuatro hectáreas de esta ANP.
En esta primera etapa la Sedema realiza recorridos por el área para constatar que los trabajos que se llevan a cabo no impacten en forma negativa el medio ambiente y de manera paralela se realizará una evaluación de los árboles enfermos, con plaga o que representen un riesgo.
Con estas acciones y trabajo en conjunto se pretende convertir esta ANP en un sitio de atractivo arqueológico histórico, de convivencia social, para el desarrollo físico de las familias, aprovechando la belleza de sus andadores y sus atractivos ecológicos de flora y fauna.