Xalapa, Ver.- El secretario de Derechos Humanos y Sociales de Morena, Alejandro Moreno Hernández, reconoció que el partido está rebasado y ahora el proceso para la elección del dirigente nacional de ese partido político se convirtió “en un concurso de popularidad”.
“Desaparece ese concepto de decir quién es la mejor persona, el más idóneo, quién tiene experiencia y representa a los demás y se volvió un concurso de popularidad, de quién es el más conocido y así se va a definir”, dijo.
En conferencia de prensa expuso que una vez que se decida quién es el dirigente nacional se podrá definir la estrategia para determinar qué ocurrirá con las dirigencias estatales del partido.
Así, podría ser designado de manera directa por el líder nacional; realizar un Consejo Estatal que por tiempos electorales no es posible, o en su caso la realización de una encuesta.
“En el caso de la encuesta es el Organismo Público Local Electoral quien tendría que autorizarla y esa encuesta podría registrar a los aspirantes y en esa lógica pudiera ser más representativa, pero hasta ahora no está definido”, abundó.
El morenista reconoció que, al hablar de transición, muchos de los hábitos tradicionales se repiten, por lo que es fundamental que exista un partido organizado “desde abajo” que supervise y que rinda cuentas.
“Incluso el estatuto establece que los militantes son los vigilantes del ejercicio del poder en cualquier nivel de gobierno y es ahí donde tiene que empoderarse la gente, pero se está dando poco a poco”, abundó.
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Cuestionado sobre los presuntos actos de corrupción de actores políticos de ese partido, en la entidad, consideró que deben ser eliminados y echar mano de los procedimientos incluso jurídicos que sean pertinentes.
También admitió que este como cualquier otro “escándalo” pueden afectar al instituto político de cara a las siguientes elecciones, pero consideró que lo importante será la capacidad de respuesta para aclarar las cosas y todo quede libre “de cualquier señalamiento” y cambiar las prácticas.
Sobre la posible alianza con el Partido Verde Ecologista de México (PEVM) o el Partido del Trabajo (PT) enfatizó que la militancia está en contra de ello al considerar que no se necesita ir en coalición con partidos que no tienen respaldo y que tienen planteamientos completamente distintos a lo que se busca para el beneficio de la gente.