Elva, una guerrera que se ha enfrentado al cáncer y al lupus

Para la maestra Elva todo empezó con molestias al agacharse, dolor al rozar sus brazos con la parte lateral de su seno

Guadalupe Castillo | El Sol de Córdoba

  · martes 20 de octubre de 2020

Elva Aurora Godos Vega / Foto: Jhennifer Renaud | El Sol de Córdoba 

Córdoba, Ver.- Elva Aurora Godos Vega es maestra de profesión y guerrera de corazón, desde hace 30 años libra una batalla contra el lupus, pero hace 4 años fue detectada con cáncer de mama.

En su momento la tristeza la invadió, pero sacó una sonrisa de su rostro y tomó la mejor decisión de la mano de su esposo Adolfo para salir adelante.

Cuando se enteró que padecía cáncer la primer pregunta que se hizo fue "¿Por qué a mí?", la tristeza y el miedo invadieron su ser; explicó que ella pensaba en los tratamientos, sin embargo, no quiso derrotarse antes de tiempo y tomó desde su interior la fuerza que tuvo con su familia para librar esta batalla.

Para la maestra Elva todo empezó con molestias al agacharse, dolor al rozar sus brazos con la parte lateral de su seno, allí supo que algo dentro de ella no estaba bien, acudió al médico y fue en diciembre del 2016 cuando le diagnosticaron el cáncer de mama.

Explicó que su tratamiento médico fue realizado en la ciudad de Córdoba y agradeció a cada uno de los doctores que se volvieron parte de su historia médica y de lucha, pues a cada radioterapia o quimioterapia, a diferencia de otros pacientes, ella salía con hambre, fue por unos medicamentos recetados que no tuvo malestares como mareos y vómitos.

Al llegar al lugar donde realizaban su tratamiento médico, veía a personas más grandes que ella enfrentar a la misma enfermedad u otras peores, pero en su caso no se dio por vencida y salió adelante; ahora 4 años después,

Solo espera uno ver si el cáncer fue erradicado totalmente o debe continuar con medicamentos y revisiones constantes

Elva Aurora no tiene hijos, pero tiene a su esposo Adolfo Ziehl Heredia, con quien lleva 37 años de casada, y él es uno de sus alicientes para seguir en pie de lucha contra el cáncer.

RECIBE LAS NOTICIAS MÁS IMPORTANTES, ALERTAS, REPORTAJES E HISTORIAS EN TU CELULAR, → ¡CON UN SOLO CLIC!

Ambos, narraron que al avanzar el cáncer Elva tuvo que someterse a una cirugía para remover el seno izquierdo, no obstante “yo le decía que lo importante era la actitud con la que siempre hacía las cosas, por ello le realicé su primer prótesis de seno en el hotel de México donde nos hospedamos durante y después de su operación”, relata Adolfo Ziehl.

Con la parte trasera de un sostén de peto alto, el relleno de una almohada e hilo, Adolfo hizo con mucho esmero y amor la prótesis para su esposa y cuando ella salió del hospital caminó completamente entera, aunque en su rostro reflejaba el cansancio su voluntad, quería seguir dando lo mejor de ella.

En su trabajo como docente, pidió un permiso especial denominado "presidencial", donde por un año, debido a su tratamiento y el padecimiento, estuvo ausente, lo que para ella le representó una terapia consigo misma, reflexionar y ver el lado bueno de todo, “ahora valoro que llueva, si sale el sol o no, si está nublado o no”.

DOS BATALLAS

Elva desde hace 30 años tiene la lucha constante del lupus, una enfermedad autoinmune, es decir, que el propio sistema ataca a las células y tejidos sanos por error, dañando partes del cuerpo como articulaciones, piel, riñones, corazón, pulmones, vasos sanguíneos y cerebro.

Al dársele a conocer que portaba el cáncer se dijo así misma: “Otra cosa más en mi contra” y aunque el lupus está controlado, eso le ayudó a tener una batalla más tranquila, pero al recibir la noticia recordó que su glucosa se disparó y tuvo que ser controlada de forma inmediata, ahora sus alimentos son sin azúcar.

Volteamos al pasado y decimos, cómo fue que salimos de eso, cómo fue que pagamos todo lo que necesitaba

Elva Aurora Godos Vega | maestra

Sabía que con el tiempo su cabello se iba a caer, por ello decidió adelantarse y cortárselo un poco, para después por iniciativa de su esposo adquirir pelucas, las cuales fueron adaptando a su cabello natural.

Godos Vega tiene actualmente 57 años de edad y dice que "el cáncer ha sido un gran maestro de vida" para ella y su esposo, enseñándoles que la enfermedad los hizo fuertes, valientes y más unidos.

Ahora admite que ella y su esposo “volteamos al pasado y decimos cómo fue que salimos de eso, cómo fue que pagamos todo lo que necesitaba y aunque el dinero no hace a la persona, tuvimos que hacernos de deudas para sacarme adelante”.

Hoy, Elva Aurora es una mujer completa, viva, hermosa y llena de actitud, quien se despidió no sin antes recomendar a las mujeres la autoexploración, no interponer la salud por el trabajo y tener siempre las ganas de salir adelante día a día.