El Sistema de Administración Tributaria (SAT) embargó al Museo Interactivo de Xalapa (MIX) por una deuda que tiene con la empresa Omuxa, SA de CV, desde el año 2012.
Trabajadores han entrado en incertidumbre, pues pareciera que ni siquiera el hecho de que la Secretaría de Turismo tomó las riendas de ese museo ha solucionado los problemas económicos que tiene el MIX.
La preocupación de los empleados va más allá del embargo del SAT, pues refieren que desde junio de 2017 que llegó la Secretaría de Turismo a hacerse cargo del MIX tienen conocimiento de que tampoco se han pagado las cuotas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), así como las del Infonavit.
Refieren que saben que no se han pagado las cuotas en tiempo y forma, porque cuando acuden al IMSS a solicitar atención médica ese instituto les niega el servicio, pero además el Infonavit está por embargarles sus casas a los trabajadores, porque no se han pagado las cuotas respectivas a cargo del gobierno.
Pero además y ante el embargo del SAT, a los trabajadores que prefieren guardar el anonimato no les queda claro quién es su patrón y el porqué se debe llegar a estos extremos.
Entre lo embargado por el SAT al MIX está la colección de autos antiguos, por lo que éstos fueron sacados del museo y subidos a las plataformas de las grúas, sin que alguien del gobierno o de la Secretaría de Turismo lo impidiera.
Pero no sólo se trató de la colección de autos antiguos lo que se llevó el SAT, sino también mobiliario y equipo con el cual se procedió a cobrar lo que se debe de impuestos, mientras los trabajadores cuestionan qué es lo que ha hecho entonces la Secretaría de Turismo, dependencia por la que fueron absorbidos.
El museo quedó prácticamente desmantelado, pues tanto sillones de piel como pantallas e incluso televisores fueron tomados como pago de la deuda, no se diga escritorios y sillas que utilizan los trabajadores.
Uno a uno los muebles fueron subidos a los camiones contratados para tal efecto y los coches empujados y después subidos a las plataformas de las grúas, por lo que así pierde Xalapa uno de los pocos atractivos y sólo porque el gobierno no ha pagado, dicen los trabajadores.