ORIZABA, Ver.- Las historias, cuentos y leyendas del estado de Veracruz son parte de la cultura de nuestra sociedad y de las tradiciones de nuestro país que complementan estas creencias. Durante noviembre celebramos a los familiares que han muerto llevando flores y ofrendas a los camposantos y se acostumbra rezar por el descanso de sus almas.
Algunas familias optan por arreglar las tumbas de sus difuntos no solo con epitafios, sino hacer de ellas unas joyas arquitectónicas y en esta ocasión te mostramos las tumbas que han sido consideradas una belleza en los cementerios veracruzanos.
Lejos de acudir a los panteones en busca de un hecho paranormal, muchos ciudadanos desean ingresar a conocer las tumbas de personajes históricos y los monumentos que construyen en su honor dada la antigüedad de Veracruz.
¿Dónde se encuentran las tumbas más famosas?
En Orizaba, además de tener una leyenda sobre esta tumba, es una de las más visitadas del Pueblo Mágico y la región centro de la Entidad, se trata de “La Niña del Ángel” y está en el panteón Juan de la Luz Enríquez de este municipio.
Es una obra del escultor Runaldo Cuagnilli y cuenta la leyenda que los ojos de Ana María (el monumento) se abren y siguen a quien llega a visitarla.
Si quieres conocer una tumba que representa al barco de vapor “Grijalva” tienes que acudir al Cementerio Particular en el puerto de Veracruz que fue fundado en 1896. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) menciona que la razón de que este monumento esté en el pasillo central del camposanto es debido a que en 1940 el barco se hundió con todos sus tripulantes.
En Xalapa, dentro del que se conoce como el panteón viejo están los restos de un ilustre personaje, Juan de la Luz Enríquez Lara, gobernador de Veracruz en 1884. En su memoria construyeron un monumento al interior del Panteón 5 de febrero con una cúpula sostenida por 16 columnas, asimismo está la tumba de Don Justo Fernández personaje famoso en la capital del estado por su leyenda sobre un supuesto pacto con el diablo. Su última voluntad fue ser embalsamado y sentado, xalapeños aseveran que su cabello y uñas seguían creciendo aún mucho después de morir, además que trabajadores del panteón dicen escuchar el trote de un caballo cerca de su tumba.
Finalmente, la llamada Piedra del Gigante, conocida como el monumento más antiguo orizabeño ante la creencia de que es producto de la última erupción del Pico de Orizaba aproximadamente en el año 1300. A pesar de ser víctima de la erosión -desgaste que se produce en la superficie del suelo por la acción de agentes externos como el viento y el agua- siguen visibles sus elementos como un pescado y un conejo.