En este lugar de Veracruz hay un bonsái de 500 años

La joya es un águila azteca (“Juniperus Chinensis”) que tiene más de cinco siglos de existencia.

Maribel Sánchez | Diario de Xalapa

  · lunes 4 de enero de 2021

Foto: Maribel Sánchez | Diario de Xalapa

Ubicado en el municipio de Fortín de las Flores, en la zona de las Altas Montañas del estado de Veracruz, se encuentra el Museo Tatsugoro, espacio dedicado a la conservación y exhibición de 900 bonsáis de 120 especies. La joya es un águila azteca (“Juniperus Chinensis”) que tiene más de cinco siglos de existencia.

Rodeadas de vegetación endémica, las instalaciones, con vista al Pico de Orizaba, dan oportunidad al visitante de conocer liquidámbares, bugambilias, rosales, ahuehuetes, limoneros, olmos, eugenias, fresnos, tamarindos y truenos, por mencionar solo algunos de los árboles cuya edad va desde los cinco y hasta los 500 años.

Pasear por el Museo adquiere un carácter especial al tratarse de recorridos guiados a cargo de personal que comparte la historia de algunos de los árboles más representativos, de un pequeño bosque de cipreses, así como de los orígenes del singular espacio, considerado entre los más importantes de Latinoamérica.

El nombre elegido, detalla la guía, es en honor al japonés Tatsugoro Matsumoto, jardinero imperial que en 1897 ingresó a México el primer bonsái“Male”, quien espera a los visitantes en la puerta de la casa-museo, explica que el sitio tiene 12 años de funcionamiento, tiempo durante el cual han recibido a personas de distintas partes de mundo interesadas en conocer lo que inicialmente fue el jardín particular de don Miguel Ros.

El español, quien maravillado por la belleza natural de Fortín decidió afincarse en la ciudad a lado de su esposa, Consuelo Romero, con el paso de los años determinó poner a la vista del público sus bonsáis, con el aval del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, en un entorno que semeja un jardín oriental.

El nombre elegido, detalla la guía, es en honor al japonés Tatsugoro Matsumoto, jardinero imperial que en 1897 ingresó a México el primer bonsái, además de ser quien aconsejó al expresidente Álvaro Obregón sembrar jacarandas en las principales avenidas de la Ciudad de México.

El Museo, además de funcionar como una gran exposición, es un centro de estudio, así, quien quiera aprender el denominado “arte viviente” tiene opción de hacerlo y descubrir que el 90 por ciento de los árboles puede ser un bonsái, con la advertencia de que estas obras artísticas nunca están acabadas.

En el estudio, el equipo de trabajo y jardineros reciben capacitación constante y no se quedan con el conocimiento, lo difunden con la condición de trabajar bajo parámetros de calidad y respetando siempre los orígenes de la formación del bonsái.

El Museo Tatsugoro está ubicado en privada de la avenida Huatusco número 6, en el fraccionamiento Fortín. El costo de acceso es de 10 pesos y permanece abierto de lunes a domingo, de 9 a 18 horas. Para agendar recorridos guiados está disponible el número (271) 7 13 09 90.