/ sábado 21 de septiembre de 2024

“En las protestas sociales de Ixhuatlán del Sureste, el único líder es el pueblo”: Movimiento Civil Ixhuatlaneco

El detonante principal fue la crisis en el suministro de agua potable

A seis días de iniciadas las protestas en Ixhuatlán del Sureste por el Movimiento Civil Ixhuatlaneco, ni las autoridades estatales ni municipales han dado solución a las demandas ciudadanas, por lo que la protesta pacífica en el Palacio Municipal continúa.

El movimiento de resistencia civil comenzó en protesta por la administración del alcalde morenista Fabián Cruz Hernández, quien no ha atendido las exigencias de la comunidad: abastecimiento de agua potable, conclusión de obras públicas y rendición de cuentas sobre el uso de recursos destinados a infraestructura municipal.

Contexto y antecedentes

En entrevista con Diario de Xalapa, Mario Alejandro García Torres, activista e integrante del Movimiento Civil Ixhuatlaneco, relata el surgimiento del movimiento en Ixhuatlán del Sureste, municipio de la región Olmeca con una población de casi 16 mil personas, según el censo de 2020.

El detonante principal fue la crisis en el suministro de agua potable. Con el tiempo, el servicio disminuyó drásticamente, y los residentes, frustrados por la inacción del gobierno local, decidieron movilizarse.

Las quejas sociales se centraron en la falta de servicios básicos, especialmente el suministro de agua y energía eléctrica, así como en las acusaciones de malversación de fondos municipales.

Desde el inicio de la administración de Fabián Cruz en 2022, la población manifestó su descontento a través de redes sociales. A principios de 2023, además de exigir agua, se sumaron quejas por el deficiente alumbrado público.

"Ellos decían que estaban perforando más pozos, pero la realidad es que nos quedábamos hasta un mes sin agua", narra García Torres.

El activista explicó que, en lugar de reparar las bombas de los pozos en funcionamiento, el ayuntamiento las abandonó. Como consecuencia, se quemaron, dejando solo una bomba para más de 10 mil habitantes.

Una obra particularmente polémica es la construcción del pozo de agua en la colonia Libertad, donde se invirtieron casi 6 millones de pesos en dos años, pero la población aún no cuenta con agua potable. Un caso similar ocurre en la colonia Las Palmas.

La protesta del 15 de septiembre

El descontento social alcanzó su punto máximo el pasado 15 de septiembre, cuando la comunidad decidió tomar la plaza pública durante la celebración del Grito de Independencia.

La manifestación fue interrumpida violentamente por un grupo de choque que, según García Torres, estaba compuesto por personas contratadas de ejidos cercanos. El alcalde se refugió en la Sala de Cabildos, y el evento fue cancelado.

En esa misma noche, las mujeres de Ixhuatlán del Sureste tomaron protagonismo al emitir el Grito de Independencia en representación del pueblo.

Los manifestantes exigieron un diálogo con el alcalde, quien se negó a reunirse con ellos. Formaron una comitiva de representantes de ocho colonias para dialogar, pero el alcalde envió al secretario del Ayuntamiento, quien solo se limitó a registrar los nombres de los participantes, información que luego fue utilizada para levantar denuncias contra ellos.

“El único líder es el pueblo”

García Torres subraya que el movimiento es completamente ciudadano y no tiene vínculos con partidos políticos, a pesar de los intentos de deslegitimarlo involucrando a figuras políticas. “Aquí el único líder es el pueblo”, enfatiza.

Asimismo, aclara que no han cometido actos vandálicos y que su lucha es por un derecho legítimo: el acceso al agua y la rendición de cuentas por las obras inconclusas de la administración municipal.

Ante las amenazas recibidas, García Torres responsabiliza al alcalde de cualquier daño físico que pueda sufrir él o los demás manifestantes.

García Torres señala que la población se encuentra en máxima alerta, ya que han circulado rumores de que el Ayuntamiento planea desalojarlos del Palacio Municipal utilizando fuerzas antimotines, una táctica que ya se implementó en la congregación El Chapo, perteneciente a Ixhuatlán del Sureste.

Ellos quieren la cabeza de quienes formamos parte de este movimiento, pero si pretenden llevarse a los líderes, tendrán que llevarse a todo el pueblo, porque aquí el único líder es el pueblo”, sentenció.

Situación actual

El 20 de septiembre, cinco días después del inicio de la protesta, el Gobierno del Estado envió un representante para dialogar con los inconformes.

Durante el encuentro, los ciudadanos recorrieron las obras inconclusas, entre ellas pozos de agua con un avance físico del 10 por ciento, a pesar de haber sido reportadas como concluidas. A estas alturas, los manifestantes ya no solo exigen soluciones, sino también la renuncia del alcalde Fabián Cruz Hernández.

Uno de los proyectos hídricos más importantes para la municipalidad de Ixhuatlán del Sureste es la construcción de un tanque elevado de agua potable, con un costo estimado de 7.7 millones de pesos. Sin embargo, en el sitio donde debería estar la obra “no hay más que la pura base”, refiere García Torres.

Hasta el momento, el único compromiso asumido por el representante estatal ha sido llevar las demandas del movimiento al gobernador Cuitláhuac García Jiménez. No obstante, hasta este 21 de septiembre, no ha habido respuesta oficial.

El Movimiento Civil Ixhuatlaneco sigue ganando apoyo ciudadano, logrando congregar a 2 mil habitantes en la protesta.

El alcalde Fabián Cruz Hernández no ha vuelto a sus oficinas desde el inicio de la manifestación. A pesar de todo, los manifestantes mantienen una protesta pacífica, sin interferir en servicios esenciales como los de la Policía Municipal.

Obras pagadas, pero inconclusas

Según el Sistema de Consulta de Obras y Acciones Municipales de Veracruz, gestionado por el Órgano de Fiscalización Superior del Estado (ORFIS), el ayuntamiento de Ixhuatlán del Sureste reportó un presupuesto de 84.8 millones de pesos para 83 obras públicas en 2023, de las cuales el 53.8 por ciento fue destinado a la urbanización.

No obstante, aunque las obras fueron pagadas en su totalidad, solo el 59 por ciento de ellas se reportan concluidas, mientras que 17 de las obras tienen un avance de entre 0 por ciento y 1 por ciento, lo que representa un grave incumplimiento del alcalde Fabián Cruz Hernández.

El Movimiento Civil Ixhuatlaneco ha dejado claro que continuará con su resistencia hasta obtener una respuesta concreta y acciones por parte de las autoridades estatales y municipales, así como del Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz (ORFIS).

A seis días de iniciadas las protestas en Ixhuatlán del Sureste por el Movimiento Civil Ixhuatlaneco, ni las autoridades estatales ni municipales han dado solución a las demandas ciudadanas, por lo que la protesta pacífica en el Palacio Municipal continúa.

El movimiento de resistencia civil comenzó en protesta por la administración del alcalde morenista Fabián Cruz Hernández, quien no ha atendido las exigencias de la comunidad: abastecimiento de agua potable, conclusión de obras públicas y rendición de cuentas sobre el uso de recursos destinados a infraestructura municipal.

Contexto y antecedentes

En entrevista con Diario de Xalapa, Mario Alejandro García Torres, activista e integrante del Movimiento Civil Ixhuatlaneco, relata el surgimiento del movimiento en Ixhuatlán del Sureste, municipio de la región Olmeca con una población de casi 16 mil personas, según el censo de 2020.

El detonante principal fue la crisis en el suministro de agua potable. Con el tiempo, el servicio disminuyó drásticamente, y los residentes, frustrados por la inacción del gobierno local, decidieron movilizarse.

Las quejas sociales se centraron en la falta de servicios básicos, especialmente el suministro de agua y energía eléctrica, así como en las acusaciones de malversación de fondos municipales.

Desde el inicio de la administración de Fabián Cruz en 2022, la población manifestó su descontento a través de redes sociales. A principios de 2023, además de exigir agua, se sumaron quejas por el deficiente alumbrado público.

"Ellos decían que estaban perforando más pozos, pero la realidad es que nos quedábamos hasta un mes sin agua", narra García Torres.

El activista explicó que, en lugar de reparar las bombas de los pozos en funcionamiento, el ayuntamiento las abandonó. Como consecuencia, se quemaron, dejando solo una bomba para más de 10 mil habitantes.

Una obra particularmente polémica es la construcción del pozo de agua en la colonia Libertad, donde se invirtieron casi 6 millones de pesos en dos años, pero la población aún no cuenta con agua potable. Un caso similar ocurre en la colonia Las Palmas.

La protesta del 15 de septiembre

El descontento social alcanzó su punto máximo el pasado 15 de septiembre, cuando la comunidad decidió tomar la plaza pública durante la celebración del Grito de Independencia.

La manifestación fue interrumpida violentamente por un grupo de choque que, según García Torres, estaba compuesto por personas contratadas de ejidos cercanos. El alcalde se refugió en la Sala de Cabildos, y el evento fue cancelado.

En esa misma noche, las mujeres de Ixhuatlán del Sureste tomaron protagonismo al emitir el Grito de Independencia en representación del pueblo.

Los manifestantes exigieron un diálogo con el alcalde, quien se negó a reunirse con ellos. Formaron una comitiva de representantes de ocho colonias para dialogar, pero el alcalde envió al secretario del Ayuntamiento, quien solo se limitó a registrar los nombres de los participantes, información que luego fue utilizada para levantar denuncias contra ellos.

“El único líder es el pueblo”

García Torres subraya que el movimiento es completamente ciudadano y no tiene vínculos con partidos políticos, a pesar de los intentos de deslegitimarlo involucrando a figuras políticas. “Aquí el único líder es el pueblo”, enfatiza.

Asimismo, aclara que no han cometido actos vandálicos y que su lucha es por un derecho legítimo: el acceso al agua y la rendición de cuentas por las obras inconclusas de la administración municipal.

Ante las amenazas recibidas, García Torres responsabiliza al alcalde de cualquier daño físico que pueda sufrir él o los demás manifestantes.

García Torres señala que la población se encuentra en máxima alerta, ya que han circulado rumores de que el Ayuntamiento planea desalojarlos del Palacio Municipal utilizando fuerzas antimotines, una táctica que ya se implementó en la congregación El Chapo, perteneciente a Ixhuatlán del Sureste.

Ellos quieren la cabeza de quienes formamos parte de este movimiento, pero si pretenden llevarse a los líderes, tendrán que llevarse a todo el pueblo, porque aquí el único líder es el pueblo”, sentenció.

Situación actual

El 20 de septiembre, cinco días después del inicio de la protesta, el Gobierno del Estado envió un representante para dialogar con los inconformes.

Durante el encuentro, los ciudadanos recorrieron las obras inconclusas, entre ellas pozos de agua con un avance físico del 10 por ciento, a pesar de haber sido reportadas como concluidas. A estas alturas, los manifestantes ya no solo exigen soluciones, sino también la renuncia del alcalde Fabián Cruz Hernández.

Uno de los proyectos hídricos más importantes para la municipalidad de Ixhuatlán del Sureste es la construcción de un tanque elevado de agua potable, con un costo estimado de 7.7 millones de pesos. Sin embargo, en el sitio donde debería estar la obra “no hay más que la pura base”, refiere García Torres.

Hasta el momento, el único compromiso asumido por el representante estatal ha sido llevar las demandas del movimiento al gobernador Cuitláhuac García Jiménez. No obstante, hasta este 21 de septiembre, no ha habido respuesta oficial.

El Movimiento Civil Ixhuatlaneco sigue ganando apoyo ciudadano, logrando congregar a 2 mil habitantes en la protesta.

El alcalde Fabián Cruz Hernández no ha vuelto a sus oficinas desde el inicio de la manifestación. A pesar de todo, los manifestantes mantienen una protesta pacífica, sin interferir en servicios esenciales como los de la Policía Municipal.

Obras pagadas, pero inconclusas

Según el Sistema de Consulta de Obras y Acciones Municipales de Veracruz, gestionado por el Órgano de Fiscalización Superior del Estado (ORFIS), el ayuntamiento de Ixhuatlán del Sureste reportó un presupuesto de 84.8 millones de pesos para 83 obras públicas en 2023, de las cuales el 53.8 por ciento fue destinado a la urbanización.

No obstante, aunque las obras fueron pagadas en su totalidad, solo el 59 por ciento de ellas se reportan concluidas, mientras que 17 de las obras tienen un avance de entre 0 por ciento y 1 por ciento, lo que representa un grave incumplimiento del alcalde Fabián Cruz Hernández.

El Movimiento Civil Ixhuatlaneco ha dejado claro que continuará con su resistencia hasta obtener una respuesta concreta y acciones por parte de las autoridades estatales y municipales, así como del Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz (ORFIS).

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