TEPETLÁN, Ver.- De carácter alegre y con muchos amiguitos es como describen a Amiyatzi Hernández Salazar, la menor de sólo nueve años que fue asesinada y cuyo cuerpo fuera encontrado el pasado 16 de este mes en una laguna cercana a la comunidad donde vivía.
La congregación de Mafafas está a dos horas y media aproximadamente de la capital del estado y a 45 minutos de la cabecera municipal de Tepetlán, municipalidad que está 122 kilómetros adelante de Naolinco.
Ahí en esa comunidad tranquila el pasado 11 de noviembre desapareció una menor de nueve años de nombre Amiyatzi Hernández Salazar.
La desaparición de la menor concluyó con la localización del cuerpo en una laguna cercana a esa población el pasado 16 de noviembre, lugar hasta donde llegaron las autoridades para tomar conocimiento de los hechos.
El lugar donde vivía la menor se puede describir como la típica comunidad de calles empedradas y otras con pavimento hidráulico, a ese lugar quienes viven en la cabecera municipal se refieren como “lo alto”, pues prácticamente la comunidad de Mafafas está en la punta de un cerro.
Se trata de un lugar donde todos se conocen, donde hay señores sentados en las banquetas, señoras caminando de un lugar a otro, algunas sentadas afuera de sus casas e incluso algunos hombres trabajando en el frente de sus viviendas, por lo que uno entra y como extraño es rápidamente identificado.
Como suele ser en los poblados pequeños todo mundo da indicaciones y responde, aunque al preguntarles sobre este caso prefieren no dar detalles y reservarse su comentario; sin embargo indicaron fácilmente el domicilio donde vivía la menor con sus padres y tres hermanos más.
LA TRAGEDIA
Desde la entrada a la privada Higueras se puede ver un hogar humilde, donde además de la familia de la menor viven otros parientes. Al pasar al interior de la casa lo primero que se ve es el altar que se colocó en el lugar donde fue velada la menor luego de que su cuerpo fuera localizado.
El próximo domingo será el novenario de Amiyatzi. Su padre, Rafael Hernández Marín, refirió que su hija contaba con nueve años y en dos meses más estaría cumpliendo 10, pero le fue arrebatada con esta “canallada”.
Indicó que quienes conocieron a su hija la calificaban como una niña con bastantes amigos y de carácter alegre, pues refirió que en la comunidad se llevaba con varios niños.
Era la tercera de un total de cuatro hermanos, uno de ellos mayor que ella, de 14 años y dos menores; un niño de cuatro y una niña de tres años.
Su padre dijo que el día que la menor desapareció estaba afuera de su casa por las escaleras de acceso a su vivienda y al pie de la calle Higueras. Dice que no sabe qué estaba haciendo, pues su esposa había ingresado a la casa para hacer algunas cosas y atender al niño más pequeño, pero cuando salió ya no la vio.
El padre de la menor narró que no sabían si se había ido a algún lado y lo que hicieron fue mandarla a buscar con el hermano mayor para ver si estaba en casa de algún amigo; sin embargo, al paso de las horas no la pudieron localizar y es cuando la dieron por desaparecida.
Hernández Marín comentó que Mafafas es una comunidad tranquila y normalmente todos se conocen y es por eso que siente mucho lo sucedido, pero la realidad es que nadie sabe cómo pudo pasar esto, pues son muy unidos.
Aún con el nudo en la garganta el padre de Amiyatzi dijo que el próximo domingo serán los nueve días, por lo que mantienen el altar en el lugar donde fue velada la menor. Sobre el altar se puede ver la fotografía de la menor en la cual se refleja la inocencia y todo el deseo de una vida.
PIDEN JUSTICIA
Su padre expresó que todo el pueblo le ha externado que quieren que se investigue y se llegue hasta las últimas consecuencias, pues le han expresado que quizás ahora le tocó a su familia, pero después puede ser a otra familia de esa comunidad a la que le ocurra esa desgracia.
“La gente quiere que se encuentre al culpable, pero nosotros le decimos que no sabemos cómo fue y lo que todos pedimos es que se llegue hasta las últimas consecuencias, pues como comunidad también se ha perdido en parte la tranquilidad y no sólo a nosotros como familia que sufrimos la pérdida, pues las demás personas también tienen niños”, indicó.
Señaló que los maestros de la escuela de su hija también están preocupados por cómo ocurrió algo así y se los han externado, pero aunque todos se preguntan quién pudo haber realizado ese crimen, lo único cierto es que no saben nada.
Aseguró que las autoridades han estado pendientes de su caso y les han dicho que se está investigando, pero como padres la petición es que no quede impune el asesinato de su hija, pues la cosa esta “cabrona”.