Xalapa, Ver.- Para la celebración del centenario de la llegada al Estado del V obispo de Veracruz, monseñor Rafael Guízar Valencia, el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios confirmó la visita a Xalapa del nuncio apostólico Franco Coppola los días 23 y 24 de octubre de 2020.
El nuncio presidirá 2 celebraciones eucarísticas, una en el auditorio Miguel Sáinz y otra en la catedral de Xalapa para celebrar la memoria de San Rafael Guízar Valencia.
Xalapa se viste de fiesta y devoción durante esos días en los que miles de visitantes llegan a la Catedral metropolitana de Xalapa provenientes de varios municipios de la región, quienes en grupos o en solitario arriban a esta capital durante todo el día y la noche para traer música al santo y pedir infinidad de favores, como lo demuestran los cientos de milagros y fotografías colocadas en su santuario dentro de la catedral.
Familias enteras, con niños o jóvenes portando el traje de San Rafael, llegan para pedir o agradecer favores y milagros, ante la romería que se forma en las escalinatas de catedral, donde decenas de comerciantes ofrecen flores, cuadros con la foto del santo, playeras, llaveros y un sinnúmero de artículos con su imagen.
Se debe recordar que San Rafael Guízar Valencia se ganó el cariño y respeto de los fieles gracias a la ayuda que les brindó durante el terremoto que en 1920 devastó la región.
Un poco de historia
El primero de agosto de 1919, mientras realizaba en Cuba su apostolado misionero, Guízar Valencia fue preconizado obispo de Veracruz. Consagrado en la catedral de La Habana el 30 de noviembre de ese año, tomó posesión de su diócesis el año siguiente. Los dos primeros años los dedicó a visitar personalmente el vasto territorio de la diócesis, convirtiendo sus visitas en verdaderas misiones; predicaba en las parroquias, enseñaba la doctrina, legitimaba uniones, pasaba horas en el confesionario, ayudaba a los que habían sido víctimas del terremoto.
En 1921 rescató y renovó el seminario de Xalapa, que había sido confiscado en 1914, pero el gobierno se lo incautó otra vez apenas terminó su renovación. El obispo trasladó entonces la institución a la Ciudad de México, donde funcionó clandestinamente durante 15 años. Fue el único seminario que estuvo abierto durante esos años de persecución, con hasta 300 seminaristas.
De los dieciocho años que regentó la diócesis, nueve los pasó en el exilio o huyendo porque lo buscaban para matarlo.
En diciembre de 1937, mientras predicaba una misión en Córdoba, sufrió un ataque cardíaco que lo postró en cama. Murió el 6 de junio de 1938 en la Ciudad de México. Al día siguiente fueron trasladados sus restos a Xalapa.
Fue beatificado por el papa Juan Pablo II el 29 de enero de 1995 en la Basílica de San Pedro.
Rafael Guízar Valencia fue canonizado por el papa Benedicto XVI el 15 de octubre de 2006 en la Ciudad del Vaticano, convirtiéndose así en el primer obispo mexicano en ser declarado santo.
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