ALTO LUCERO, Ver..- Las enchiladas alteñas son el plato típico y más tradicional de Alto Lucero. Se trata de tortillas extendidas cubiertas con una pasta de tomate o salsa y frijoles, que han dejado satisfechos incluso a los paladares más exigentes.
María Salas González narra con entusiasmo cómo han llegado a su restaurante visitantes de diversas partes del país y del extranjero para disfrutar del sabor de las enchiladas alteñas, que pueden ir acompañadas de bistec, huevo, chorizo, chicharrón, queso o aguacate, para darle un sabor inigualable.
Además, durante las fiestas patronales en honor a Cristo Rey, en noviembre, los habitantes generalmente se esmeran para elaborar la que consideran la enchilada alteña más grande del mundo.
Dicho platillo forma parte de la tradición gastronómica de la cabecera municipal de Alto Lucero y es considerado por la mayoría de los alteños como el más delicioso y representativo de la comunidad.
Con sólo utilizar un poco de tomate, manteca, chiles, frijoles y tortillas de mano, se preparan estas deliciosas enchiladas que además cuentan con su propia historia.
Salas González cuenta que el origen de este suculento platillo ocurrió "hace muchos años", cuando los antiguos habitantes salían a trabajar al campo y entre su itacate se llevaban varias tortillas bañadas en salsa roja y con un poco de frijoles.
En esa época, las enchiladas alteñas se preparaban de una manera más sencilla, pues no llevaba nada más para acompañarla, sin embargo, con el paso del tiempo se le fueron agregando los demás ingredientes, que terminaron por cautivar a los comensales.
En comparación con las enchiladas tradicionales, “las alteñas no van enrolladas ni dobladas, lo que permite que con cada capa de salsa queden más humedecidas y concentren más sabor”.
Por su apariencia hay quienes las han confundido con las garnachas, pero al probar el primer bocado reconocen que se trata de otro platillo que solamente pueden encontrar en la cabecera municipal de Alto Lucero.