XALAPA, Ver.- La ciudad regresó a la normalidad. Desde antes de las 8 horas, se empezó a observar a padres y madres de familia de la mano de sus hijos para llevarlos a la escuela.
Algunos madrugaron y llegaron mucho antes de la hora de entrada, otros más, por algunos minutos de retraso, se quedaron fuera esperando ser recibidos y tener una concesión por ser "el primer día".
En tanto a los menores, se les observó despistados, confundidos, con sueño o cansados y algunos más, entusiastas y risueños.
Para evitarse largas filas en las afueras de los planteles, muchos padres y madres de familia optaron por salir muy temprano de casa; algunos lo lograron, otros no tuvieron la misma suerte.
Algunos papás con pequeños de nuevo ingreso se quedaron observando por algunos minutos por las rejas o portones de entrada a sus pequeños como queriendo no dejarlos ir.