Una relación sana entre perros y personas podría acabar con el abandono animal e incluso erradicar el sedentarismo y la obesidad de los dueños, expresó el entrenador Alfredo Mario Quintana García.
Lo difícil no es lo que cuestan las croquetas o el tamaño del departamento o vivienda, explicó, sino la falta de compromiso de las familias para educarlos y sacarlos a pasear todos los días: “A mí me han llegado personas al borde de la histeria con jardines de 5 mil metros cuadrados y que no soportan al animal; o personas que viven en departamentos pequeños y el perro se comporta sin romper nada”.
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Explicó que el rasgo negativo de “humanizar” a los animales se refiere al hecho de adaptar a las mascotas a las conductas de un dueño negligente que se despierta y se queda viendo televisión. Entonces cuando el perro empieza a romper cosas, a volverse iracundo e inquieto, explica, lo abandonan o lo llevan a un albergue donde vive hacinado con otros animales que sufrieron la misma suerte.
Desde su filosofía, el dueño debe ser un guía que hace su estilo de vida con base a la mascota y esta es una extensión suya, como un guante; “es una personita más”, dijo, que sabe calmarse y echar relajo cuando le das permiso, pero hace falta que la gente en realidad se involucre.
¿Es buena idea tener razas de perros grandes en sitios urbanos?
Unas de las razas que más han despertado curiosidad en la gente son los perros huskys, alaskas y samoyedos, entre otros, que se han puesto de moda por películas donde se les ve valientes, hermosos y dóciles, no obstante, cuando la gente los tiene en viviendas descubre que son inquietos, incansables y grandes.
Es allí donde Quintana García enfatiza que a los perros hay que respetarlos en su biología y capacidades, ya que estos animales en su evolución fueron desarrollados para ayudar al humano a remolcar trineos, a pastorear e incluso para cazar y defender.
“Cuando el perro vivía salvaje tenía que cazar y buscar venados corriendo hasta 70 kms entre barrancos y depredadores. Cuando lo llevan a un departamento de interés social el dueño no lo saca porque no tiene tiempo en la mañana y en la noche llega cansado del trabajo; además le deja un dispensador lleno de comida para que coma y tome agua a placer, entonces después se quejan que el animal tiene mucha energía”, enfatizó.
Aunque es aplicable para todo tipo de perros, dijo que hay ejercicios de movilidad como el urban mushing para que mascotas grandes saquen toda su energía. Este consiste en que el humano se ponga una correa y sea jalado por el perro en la montaña o en sitios urbanos en bicicleta. Así se estimula al perro en su función zootécnica y a la vez el humano se relaciona mejor con éste.
“Es más fácil y más barato que camine tu perro una hora diaria como mínimo para mejorar su conducta. Cuando la gente lo hace se impresiona porque ya no defeca adentro y ya no molesta”, expresó.
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¿Qué errores puede haber en el entrenamiento?
El también gerente Servicios Caninos Profesionales explicó que es un error llevar a las mascotas a entrenar con personas que los pasean, jalonean y hasta golpean en sus sesiones, pues cuando los entregan solo son tranquilos mientras está el coach y cuando se va “se acaba la magia”.
Lo ideal, dice, es trabajar sobre el dueño como guía porque él lo tendrá y usará: “yo no toco al perro, se concientiza al dueño sobre sus fallas y se analiza el origen de las malas conductas de los perros y enseñamos a detectarlas”.
De este modo, asegura que en la primera sesión anulan hasta el 80% de los malos hábitos de los perros, pues el dueño se convierte en un entrenador amateur y no se puede hacer sin intermediarios; “cada quién construye al perro con su tiempo y entonces ya no lo echas a la calle porque es tuyo”.
¿Cuáles son los reconocimientos del entrenador Alfredo Quintana?
Alfredo Quintana recordó que Servicios Caninos Profesionales surgió hace 33 años. De tener un perro travieso a la actualidad y pedir ayuda, pasó a ganar decenas de medallas nacionales e internacionales con sus ejemplares de pastores belga.
Fue el segundo mexicano en traer a México la certificación de la ONU para terremoto internacional en 2006 y entrena perros de salvamento desde el año 2000, por lo que ha contribuido en rescate de personas extraviadas o en terremotos como el de México de 2017. Además ha ganado campeonatos mundiales y 8 veces consecutivas la corona de Perro de Protección en México por la Federación Canofílica Mexicana.
Para finalizar expresó que también tiene perros para terapias físicas y entre estos tiene a una ejemplar criolla que rescató de un accidente, la cual se desempeña como uno de élite; aunque aún falta camino para que las autoridades reconozcan la importancia de los animales como salvamento en terapias físicas y psicológicas, concluyó.