El pleno del Congreso local aprobó que un interventor supervise la tesorería del ayuntamiento de Mixtla de Altamirano, a fin de evaluar que el gasto programado correspondiente al ejercicio fiscal actual.
Los legisladores, con la excepción de la bancada del PAN, decidieron que un interventor sea designado y enviado al ayuntamiento para verificar que la tesorería cumpla con los objetivos establecidos dentro de los criterios de eficacia, eficiencia, responsabilidad y transparencia, con apego al marco legal que le rige.
En las consideraciones que tomó en cuenta la Comisión permanente de Vigilancia para emitir el dictamen aprobado, se especifica que de acuerdo con las manifestaciones realizadas por el tesorero Isauro Cuahua Tetlactle la administración del Ayuntamiento ha sido irregular desde el inicio del periodo constitucional 2018-2021, lo cual se agravó por la ausencia permanente de la expresidenta municipal, Maricela Vallejo Orea, quien fue asesinada el pasado 24 de abril.
El documento indica que se cuenta con los oficios OFS/AEFCP/8789/05/2019 y PRES/1484/19 presentados por el tesorero ante el Congreso local y en los que confiesa no ejercer el cargo porque que únicamente presta su firma, desconociendo sus funciones y facultades.
“Los oficios emitidos por el tesorero municipal son elementos indiciarios suficientes para considerar la procedencia de intervenir la Tesorería Municipal, ya que es el propio titular del área el que reconoce que no está en control de la misma, situación que encuadra en las facultades preventivas que tiene el Congreso del Estado”, refiere el dictamen.
De dichos oficios se desprende que “es la falta de profesión o experiencia del titular de la tesorería y es la impericia para ejercer dicho encargo, lo que deja en evidencia el incumplimiento de los señalado por el artículo 68 de la Ley Orgánica del Municipio Libre”.
Los integrantes de la Comisión de Vigilancia resolvieron que “el tesorero reconoce no ser profesionista e incluso solicita ser asesorado y ‘enmendar’ su encargo; las acciones que emanan de la Tesorería conllevan a la implicación de inexistencia de control de la Tesorería Municipal, puesto que el propio titular reconoce no contar con la preparación para ello, y acepta no administrar más que los ingresos por agua potable y catastro, situaciones que también permiten apuntar a una actuación deficiente por parte del Titular del Órgano Interno de Control Municipal”.
