Veracruz, Ver.- Luis Felipe Vázquez López se había recibido como licenciado en Pedagogía y estaba a la espera de que le informaran sobre su plaza, había compartido con su familia la posibilidad de que quizá lo mandarían a otra comunidad pero estaba dispuesto a superar el reto porque su objetivo siempre fue especializarse y superarse.
Su familia cuenta que no tenía problemas con nadie, al contrario, era un joven muy querido en la comunidad debido a que siempre estaba dispuesto a ayudar.
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Este viernes 15 de octubre celebraría sus 27 años y aunque no había planes de un festejo al menos estaría con la familia.
Misael Vázquez González padre del joven relata que el pasado lunes 11 de octubre salió de casa alrededor de las 21:00 horas y dejó a su madre y a su hijo, bajo llave, todavía preguntó si iban a salir y los dos respondieron que no.
“Los tres vivíamos aquí en la casa, pero por las noches yo me voy a quedar en otro terreno que tenemos adelantito de aquí, estoy todo el día, pero en las noches duermo en el terreno, yo le eché llave a la reja, les pregunté si iban a salir y mi mamá me dijo que no que Felipe ya estaba en su recámara así que me fui con la tranquilidad de que al día siguiente lo vería como todas las mañanas”, menciona.
Alrededor de las 6:00 de la mañana del martes mientras su madre le preparaba el desayuno, ésta se dio cuenta que había gotas de sangre que daban a la recámara de su nieto y al entrar lo vieron tirada boca abajo, muerto.
“Mi hijo no merecía lo que le hicieron, él era muy bueno, estaba entregado a Dios, era maestro de catecismo, todos los vecinos lo apreciaban porque de verdad nunca fue de problemas, no se metía con nadie, era muy reservado, me había dicho que ya le iban a dar su plaza, había hecho examen y que quizá lo iban a mandar para otro lado, estaba muy contento”, relata.
Con mucha tristeza en el rostro, comenta que su hijo siempre fue un buen joven cuyas prioridades eran salir adelante, estudiar y seguirse preparando para darles una vida mejor. No tenía vicios, al contrario siempre estaba dispuesto a ayudar.
Para ayudarse con sus estudios, Felipe cuidaba a una señora mayor y daba clases de regularización a algunos estudiantes de una escuela en el fraccionamiento Sotavento. También se ofrecía como rezandero en los velorios y en algunas ocasiones la gente lo buscaba para que llevara el rezo y le daban alguna gratificación.
La familia, vecinos y amigos se encuentran muy consternados por el hecho y piden justicia.
Menciona que un vecino se percató que Luis Felipe estaba esperando a alguien sobre la una de la madrugada y al parecer era un conocido ya que los perros no ladraron y no se forzó la chapa.
“Un vecino me dijo que vio a mi hijo, que estaba adentro de la casa pero que parece que estaba esperando a alguien pero no sabemos con quien se vio, pero lo que sí es seguro que era alguien conocido porque mi hijo le abrió la puerta, cuando llegue estaba abierto y salió tan rápido que quizá se tropezó porque dejó una huella en el poste, hay una cámara de vigilancia enfrente pero no se ve nada, yo pido que esto no quede impune, mi hijo era bueno y tenía una vida por delante, no es justo que terminara así”, es el reclamo del padre.
Las autoridades de la Fiscalía realizaron las primeras investigaciones y dejaron el cuarto tal como lo encontraron y pidieron a la familia no mover nada, en tanto que una huella de sangre en el poste podría ser una pista para dar con el responsable.
El presunto responsable se llevó el teléfono celular y la computadora del joven que pueden ser claves para saber con quién se comunicó y dar con su paradero.
El cuerpo de Felipe fue velado durante este miércoles y será sepultado en el panteón municipal de Boca del Río en tanto que los familiares esperan que haya justicia por este crimen.