Fundada en 1970, la Escuela de Manejo Escobar fue pionera en esta actividad; su fundador se dedicaba a la mecánica; un día dio un giro en el rumbo de su negocio al realizar la adaptación de un automóvil y le agregó otro volante y pedales de frenado para empezar a enseñar a los jóvenes a conducir y disminuir los riesgos durante el tiempo de aprendizaje.
En la actualidad esta actividad comercial disminuyó de forma importante, debido a que como explica su propietario José Antonio Escobar Platas, no es un tema de primera necesidad y dada la crisis financiera actual las familias deben hacer prioridades al momento de gastar sus recursos, “nuestro gane es que nos ven como una opción segura cuando quieren empezar a conducir”.
Explica que en este año sus ingresos bajaron 50 por ciento; además de que hay una fuerte competencia porque estima existen en funcionamiento unas 15 empresas que dan el mismo servicio en esta capital, “aunque tienen menos autos y son más pequeñas la competencia creció y el sol sale para todos”.
Señala que su padre, don José Augusto Escobar, en los años setenta se dedicaba a la mecánica y en ese tiempo también había mucha necesidad de aprender a conducir autos por parte de los jóvenes; y pues se le ocurrió adaptar un auto porque se dio cuenta de que resultaba mejor y más barato que las familias pagaran por un curso donde les enseñen en un vehículo adaptado y con un instructor especializado para no corren el riesgo de descomponer o chocar el transporte de la familia.
Agrega que le llevaban los autos a arreglar y no faltaba quien le pedía que enseñara a un joven a conducir, porque conocían que había manejado autos de carreras y participaba en arrancones. “Así que él representaba una forma segura para aprender y evitar accidentes”.
A lo largo de los años que tiene esta escuela, comenta que no han faltado incidentes como accidentes; “eso es algo inevitable porque las personas se ponen nerviosas y no logran controlar sus miedos a chocar con otro auto”.
De si son hombres o mujeres los que más acuden a una escuela a aprender a conducir, comenta que es por temporadas, hay algunos meses que llegan más hombre y otros que son las mujeres la mayoría.
La edad más común para aprender a conducir es entre 18 y 25 años y uno que otro adolescente, “aunque también llegan clientes de edad adulta o personas ya mayores, arriba de los sesenta años con la inquietud de aprender a manejar”.
Explica que muchos de los que llegan les comentan que dado el alto costo del transporte público les resulta más barato a la larga comprarse un auto y trasladarse en un vehículo para las familias.
¿Cuáles son los costos de las clases?
De los costos comenta que este año aumentaron el costo 100 pesos tras 4 años de mantenerlo, pero con las alzas a gasolinas y refacciones de los autos, pues no quedó de otras más que realizar el incremento. Ahora cobran mil 700 pesos por un curso de varias horas, tiempo en el que se busca dar seguridad para conducir tanto en la ciudad como en la carretera.
Sin duda, explica que muchos optan por pagar para aprender a conducir dado que Xalapa es una ciudad en constante caos para los conductores; por su topografía, calles angostas y alta cantidad de transporte públicos, resulta complicado aventurarse a conducir y por ellos, ellos les ofrecen enseñarles las bases para enfrentar la situación y ser conductores habilidosos y respetuosos de los reglamentos viales.