Por las implicaciones ecológicas de los gatos (“Felis Catus”, por su nombre científico), el biólogo Isac Mella-Méndez advierte la importancia de difundir que estos felinos son “más que lindos gatitos”; convoca a reflexionar sobre la responsabilidad que el ser humano tiene con sus animales domésticos.
En charla en el auditorio del Instituto de Investigaciones Forestales de la Universidad Veracruzana, puntualizó que los gatos están incluidos en la lista de las cien especies exóticas invasoras más perjudiciales del mundo y se sabe que éstas son la segunda causa de la pérdida de biodiversidad.
Independientemente de si son domésticos, callejeros o ferales, explica que pueden ejercer un alto impacto en diversas especies, como las aves, mamíferos, anfibios y hasta invertebrados.
Además, pueden hostigar, amedrentar y competir temporalmente por algunos recursos como alimento, agua y otras, detalla el investigador, quien advierte que pueden transmitir protozoarios, virus, bacterias y hongos, ya sea por mordidas, rasguños u otras formas.
Un punto importante es la detección de hibridaciones; “se ha visto que en algunos lugares ya están hibridando con especies silvestres y se están generando algunas combinaciones raras”, expuso.
Vínculo afectivo
A diferencia de otras especies exóticas invasoras, como el pez león, que está muy extendido en el Golfo y Las Antillas, subraya que las estrategias para su control son complejas por la relación que el humano tiene con ellos.
“Es difícil por el vínculo afectivo que se ha creado con ellos a través del tiempo y porque son sujetos de derechos, pues ya hay aspectos legales y sociales que no nos permiten hacer estrategias para su control e interacción en ambientes”.
¿Por qué cazan los gatos aun dándoles de comer? El experto en el tema detalla que es una conducta innata; el hambre que tienen y la motivación para cazar está bajo un control neurológico por separado.
“Se ha visto a gatos que tienen su alimento, se les pone una presa, van por ella, la matan y regresan a comer. A nivel mundial están involucrados en la extinción de 73 especies y actualmente amenazan a más de 430, principalmente aves”.
De acuerdo con los datos expuestos, solo en Estados Unidos matan 2 mil 550 millones de aves y 13 mil 800 millones de mamíferos, mientras en Australia, diariamente matan un millón de aves, un millón de mamíferos y un millón de reptiles; dos mil animales nativos cada minuto.
Descritos como excelentes cazadores, son los gatos machos quienes capturan menos que las hembras; ellas les enseñan a sus crías a depredar y les llevan presas medio moribundas para irlos preparando.
Además de contar el origen de estos animales y la forma en la cual ellos se auto adoptaron en la sociedad, explicó que son carnívoros por necesidad: no pueden crear ciertos aminoácidos esenciales para sobrevivir; son incapaces de convertir la materia vegetal en aminoácidos y vitaminas.
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En cuanto a sus características, son muy similares a otros felinos silvestres, pero el hecho de que sean más pequeños les da una agilidad mayor. Su velocidad de reacción es mucho mayor que la de animales como la serpiente y las almohadillas de sus patas los hacen ser sumamente silenciosos.
Su clasificación puede ser tomando en cuenta tres parámetros:
- Aprovisionamiento que el humano le puede proporcionar
- Qué tanto se puede limitar su reproducción
- Su desplazamiento
Así, en los domésticos están controlados estos parámetros; en los callejeros, algunos, y en los ferales, prácticamente el control es nulo.
Dueño responsable
¿Qué se puede hacer? En el caso de los domésticos, encerrarlos; colocar vallas o mallas, o ponerles un collar reflectante para que lo puedan ver las aves, pues con este accesorio matan 19 veces menos.
También se sugiere el uso de babero-barrera entre gato y la presa, con disminución del 81 por ciento en depredación. También está la recomendación de los dispositivos con sonido y alarma, brindar una alimentación balanceada, variarles la dieta y, si se presentan con “regalos”, como un ratón, rociarles agua fría en el hocico.
El objetivo, apunta, es evitar que depreden pero también que estén menos expuestos a accidentes o ataques de otros animales, como los perros. Hay énfasis en que no se les debe satanizar sino asumir responsabilidades.