Xalapa, Ver.- La crisis económica generada por la pandemia de Covid-19 ha creado un ambiente de desesperación en adultos de edad entre los 22 a 50 años, debido a que el confinamiento provocó pérdida de empleos o reducción de sueldos, asimismo, pequeños locales, emprendedores y Pymes fueron consumidos poco a poco, ya que para mantenerse debían vender lo suficiente para cubrir servicios básicos como renta, mantenimiento y energía.
A estos casos, se suman los empleados independientes, vendedores ambulantes, artistas y músicos que ganaban unos pesos en las calles vendiendo sus productos entre la población que circulaba día a día.
Sin embargo, regresar pronto a las actividades cotidianas no es una posibilidad, pues los casos de coronavirus siguen en aumento y habitantes del estado de Veracruz han hecho caso omiso a las recomendaciones de las autoridades de Salud.
Fue por ello que Óscar Méndez recurrió a la búsqueda de empleo, sin saber que se toparía con una estafa, en entrevista, nos comenta el modus operandi de estos “negocios fantasma” o “empresas milagrosas”.
El joven de 25 años pensaba que encontrar un empleo sería de lo más difícil en estos tiempos, no obstante, durante un recorrido por las calles de la capital del Estado, se encontró con un atractivo anuncio que ofrecía vacantes para telefonista, recepcionista, capturista, supervisor, volanteo y auxiliar de papelería, pegado a una caseta de teléfono; sueldo atractivo de $1,700 a $2,500 semanales (dependiendo el área); horarios flexibles y de lunes a viernes; prestaciones de ley, además de que no solicitaban experiencia previa, la capacitación era pagada, entre otros datos impresos en el volante.
“Mi primera reacción lógicamente fue de sorpresa, hoy día nadie te ofrece un trabajo sin experiencia previa y tampoco te pagan tanto por un puesto como los que ofrecían, decidí guardar el papelito para tener mis opciones”.
“¡Por expansión, solicitamos personal!” Fue la primera frase de alerta que Óscar detectó, aun con la necesidad de ser empleado, la desconfianza prevalecía, por ello agendó una entrevista y acudió a la avenida Ávila Camacho, solo para confirmar sus sospechas o tomar el empleo con seriedad; allí encontró a cinco jóvenes que se encargarían de toda la orientación, en ese momento les explicaron que el empleo consistía en realizar call center.
Al tiempo y sin dejar hablar a los demás aspirantes, el joven esperaba el momento ideal para hacer algunas preguntas de interés personal, “era como si no quisieran dejarnos pensar, tienen todo muy bien ensayado y comienza con una plática motivacional que te convence de haber encontrado el trabajo perfecto, pero entonces salió el gancho, empiezan a pedirte que inviertas en alguna cosa que ellos mismos tienen a su alcance o que vendas en la calle, en ese momento sus productos a elegir eran perfumería y cosméticos, yo reaccioné y me convencí de que no era una buena idea, salí junto con otras 2 personas pero la gran mayoría permanecieron, la dirección que había en el papelito pronto dejó de ser su punto de reunión por esa razón estas empresas no son detectadas, operan con total impunidad y no existe una denuncia formal por fraude”.
Ponerse la camiseta
Recientemente, se dio a conocer a través de redes sociales una nueva forma de estafar a las personas que están en búsqueda de empleo, este es a través de un correo electrónico para cubrir la vacante de Asistente de Oficina o Auxiliar Administrativo para una importadora; de igual forma ofertando un suelo mensual superior a 8 mil pesos repartido en dos quincenas, con horario de lunes a viernes de 9 de la mañana a 6 de la tarde, capacitación pagada y experiencia no necesaria.
A través de este e-mail, mencionan que para conocer mejor al postulante debe responder algunas preguntas, acto seguido, ya como parte de la empresa y supuestamente contratado, te solicitan adquirir tu uniforme y al tiempo te envían un enlace para que elijas tu talla y deposites la cantidad solicitada y es ahí donde ocurre la estafa.
Daniela, es una joven que se topó con este empleo a través de una App de ofertas laborales, envió su currículum y de manera inmediata ya tenía respuesta a esa petición de trabajo, sin embargo, las cosas se fueron tornando extrañas conforme avanzaba la conversación.
Recibió distintos correos en los que la supuesta encargada de recursos humanos respondía algunas preguntas frecuentes que otros postulantes hacían como ¿Por qué la empresa no cubre los gastos de las blusas del uniforme?, ¿Por qué no brindan la dirección de las oficinas?, entre otras a lo que responden que con anterioridad adquirían los uniformes para los interesados y éstos dejaban de responder por lo que la empresa perdía dinero, de igual forma indican que no darán a conocer su dirección porque debido a la pandemia no reciben a nadie en sus oficinas.
Estas personas cada vez implementas más y mejores estrategias para abusar de la confianza de los ciudadanos y robarles su dinero, es por ello que Daniela exhorta a la población a buscar de forma segura en páginas verificadas de bolsas de trabajo, el portar del empleo o la Secretaría de Trabajo y Previsión Social.
“Una vez que me contactaron me sentí aliviada, tenía muchas ganas de trabajar, en cuanto me hablaron de que yo debía pagar mi uniforme no me pareció raro porque otras empresas lo toman en cuenta, sin embargo, me preocupó que no me quisieran decir donde estaban instalados y fue entonces que investigué en internet y me encontré con varios artículos de estafa por parte de empresas así”.
Descubrí que estas empresas fantasma, operan desde Arizona, Estados Unidos, temía que con mi información personal del currículum pudieran enviarme una amenaza o algo parecido