Xalapa, Ver.- El Ecologista Universal inició su vía crucis número 36 hacia la Central Nucleoeléctrica Laguna Verde para exigir que sea cerrada por el riesgo que, afirma, representa para miles de veracruzanos.
En esta ocasión, además, emitió un mensaje en contra de los proyectos de minería a cielo abierto que se pretenden realizar en los municipios de Actopan y Alto Lucero. Portando su tradicional traje y la cruz que carga en el hombro durante su recorrido, el luchador social llegó a la Catedral Metropolitana de Xalapa para recibir la bendición antes de emprender su recorrido por varias comunidades hasta llegar a la zona costera del Estado.
Aseguró que su mensaje va dirigido a las autoridades municipales, estatales y federales, a fin de que cesen los “proyectos de muerte”. “Queremos hacerle llegar una vez más al gobierno federal y al gobierno estatal, así como a los diferentes municipios por los que vamos a pasar, a que hagan conciencia, a que si verdaderamente creemos y sentimos que amamos la vida de nuestros semejantes, nuestros hijos, nuestros nietos, debemos de pugnar por un no rotundo a la planta nuclear de Laguna Verde”, expuso.
En su opinión, es necesario que este tipo de mensajes se hagan presentes, dada la “debilidad” de las autoridades de la 4T, quienes han permitido que en el estado persistan los proyectos como las minerías a cielo abierto. Ante ello, pidió la colaboración de la ciudadanía para reforzar el mensaje de rechazo a los proyectos, así como a la Central Nucleoeléctrica.
“Vamos a buscar las formas de unificar esfuerzos con la gente de todo lugar para que de una vez por todas se cancelen los proyectos de las mineras, el fracking, porque sabemos de ante mano que en estos momentos hay debilidad en el gobierno federal y creo que la 4T es lo que ha demostrado”, dijo.
Fue en 1985 el año en que el Ecologista Universal inició su protesta por primera vez y desde esa fecha acude a la Catedral Metropolitana para recibir la bendición e iniciar su recorrido de más de 110 kilómetros, mismo que recorre durante cinco días cargando una cruz de madera como protesta para exigir el cierre de la Central Nucleoeléctrica.
El recorrido lo realiza en el marco de la celebración de la Semana Santa, por lo que su marcha se considera una vía crucis, similar a la que se lleva a cabo el viernes Santo en la Iglesia Católica.