Universitarios que se alistan para iniciar sus estudios de Medicina expresan sentir gran felicidad de poder haber logrado un lugar pero también experimentar muchos temores.
En 2023, manifiestan que la percepción de cursar esta carrera es que se trata de un camino de exigencia, sufrimiento, desprecio y hasta humillaciones, principalmente en sus primeras prácticas.
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Al respecto, Álex Martínez Villa, integrante del Observatorio de Educación Médica y Derechos Humanos-UV, expone que las estadísticas indican que cerca del 30 por ciento de los estudiantes de Medicina han tenido problemas o experimentado problemas de salud mental.
Salud mental de los estudiantes de medicina un tema a tratar
“En la carrera se dice que los médicos no tienen permitido sentir, pues tienen que ser fuertes, aguerridos, y no dejar que las emociones los controlen, pero lejos de ser beneficioso, resulta contraproducente”.
Puntualiza que el porcentaje mencionado está prácticamente unificado en estadísticas regionales y nacionales, pero no significa que no se pueda disminuir.
A partir de su propia experiencia en formación médica, convoca a las nuevas generaciones a validar sus emociones. Opina que se debe erradicar la idea de que quien no puede con la exigencia de la carrera es un débil.
“Hay que hablar y pedir ayuda, no importa en qué etapa se esté, no importa si es desde los primeros días del ingreso a la universidad o cuando van más avanzados, o cuando son médicos internos o residentes”, indica.
Convoca a identificar si hay signos de algún problema de índole mental y atenderlo con los distintos apoyos que hay; en la Universidad Veracruzana enfatiza que está el Centro para el Desarrollo Humano e Integral de los Universitarios.
“No se hagan los fuertes, no piensen que están exagerando, no minimicen su sentir”, aconseja para luego afirmar que corresponde a los actuales estudiantes manifestar y priorizar el estar bien para así poder ayudar a otras personas.
En su participación en el programa de la UV “Naturalmente universitario”, expresó que aunque sea la vocación y algo a lo que se quieren dedicar, es real que resulta abrumador lidiar con situaciones propias y de pacientes, así como de sus enfermedades.
Considera que entre más pronto se aprenda que para ayudar primero se debe estar bien, más fácil será hacer frente a los problemas que surjan a lo largo de la carrera y posterior ejercicio profesional.
Señala que no se debe tapar el sol con un dedo, “la gran mayoría de los médicos en formación no sienten apoyo, se sienten vulnerables y no saben a quién recurrir”.
Lamenta que datos de la Asociación Americana de Medicina expongan que el 27 por ciento de los estudiantes han tenido ideación suicida, muestran depresión, reflejan ansiedad y presentan desconocimiento sobre dónde solicitar ayuda.
Festejar que existan más grupos de apoyo
Celebra por otro lado que cada vez haya más grupos y asociaciones que buscan trabajar para brindar respaldo a quienes lo necesitan, pero reitera que la acción debe iniciar de manera individual.
“Hay que buscar el respaldo. Las estadísticas no mienten, son número fríos y alumnos médicos internos, pasantes y residentes se han quitado la vida”.
“Resulta irónico que nosotros seamos médicos en formación con la misión de apoyar a las personas, pero cómo lo vamos a hacer de manera efectiva si no nos ayudamos a nosotros mismos”, cuestiona.
Subraya que lo principal siempre será la prevención y entender que “no está mal pedir ayudar, que está bien no estar siempre bien, que no se deben normalizar la presión y la ansiedad”.
Reitera el exhorto a ampliar el autoconocimiento, detectar cuando algo no va bien y solicitar ayuda en los grupos Centinela-UV. Si se es de otra institución, acudir a un docente de confianza para la primera orientación.